Se trata del segundo capítulo de una pelea que comenzó cuando Gustavo Petro, jefe de Estado de Colombia, criticó las condiciones en las que Nayib Bukele, mandatario de El Salvador, envió a 2.000 pandilleros presos a la megacárcel ‘Centro de Confinamiento del Terrorismo’, la más grande de América y a la que los reos llegaron en calzoncillos y amarrados.

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Sin embargo, esa discusión se acabó cuando el propio Petro lanzó un viejo argumento sobre homicidios en Bogotá que en vez de ayudarlo, lo sepultó, motivo por el que Bukele optó por no darle más largas al contrapunteo.

Sin embargo, a Petro le habría quedado la espinita y volvió al ataque contra el presidente salvadoreño, que nuevamente le respondió a la provocación.

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Esta nueva contienda comenzó cuando Petro compartió un artículo de CNN que decía que “funcionarios de Bukele hicieron un pacto con las pandillas a cambio de mejores condiciones y reducción de homicidios”.

Fue así como Petro lamentó ese proceder, dando a entender que sus negociaciones con las bandas criminales y narcotraficantes para el plan de paz total en Colombia son más transparentes.

“Mejor que hacer pactos del gobierno por debajo de la mesa es que la justicia pueda hacerlos encima de la mesa sin engaños y en búsqueda de la paz”, apuntó.

Pero esta salida no le gustó a Bukele, que replicó echándole en cara a Petro el escándalo que envuelve a Nicolás Petro, su hijo, señalado de recibir millonarios montos de antiguos mafiosos durante la campaña presidencial.

“No entiendo su obsesión con El Salvador. ¿No es su hijo el que hace pactos bajo la mesa y además por dinero? ¿Todo bien en casa?”, respondió el gobernante centroamericano.

Y agregó: “Pónganse de acuerdo. Primero acusa de tratos inhumanos y ahora hablan de ‘mejores condiciones’”.

Lo cierto es que mientras Bukele saca pecho por haber disminuido a las pandillas en El Salvador, Petro lo hace por el proceso de paz que quiere implementar.

Acá, el cruce de trinos: