“Si deciden quedarse en sus casas, lo hacen bajo su propio riesgo”, dicen las advertencias enviadas a los teléfonos celulares de los habitantes que pueden verse gravemente afectados por el huracán.

Las autoridades les recuerdan a las personas que decidan quedarse e ignoren las órdenes de evacuación obligatoria que deben estar preparados para ser autosuficientes durante las primeras 72 horas después de la tormenta.

También hacen énfasis en que los servicios públicos como electricidad, agua y teléfono podrán resultar dañados y no estar disponibles durante largos periodos de tiempo, y en que los fuertes vientos y el agua podrían aislar a estos residentes durante largo tiempo.

El artículo continúa abajo

La situación parece ensombrecerse más con el anuncio de que los oficiales de seguridad pública y los servicios de emergencia no estarán disponibles. El servicio de rescate en incendios (911) estará suspendido.

Carlos Giménez, alcalde de Miami Dade, explicó que la orden de evacuación está basada en un pronóstico del Centro de Huracanes de EE.UU. “La orden para esas personas que están en esas áreas es que tienen que evacuar porque el peligro es bastante alto”, agregó, citado por El Nuevo Herald.

Ese medio explica que la nueva orden de Giménez representa una rápida escalada de los esfuerzos de Miami-Dade para conseguir que los residentes huyan de las zonas consideradas más vulnerables a la peligrosa oleada de tormenta.