Tedros Adhanom Ghebreyesus también advirtió de que, aunque se observa una tercera semana consecutiva de disminución de casos “la situación a nivel mundial es muy frágil y ningún país puede decir que está a salvo”.

Aseguró que por el momento ninguna de las variantes que han surgido del coronavirus original causante de la pandemia ha afectado las vacunas o los tratamientos que se están utilizando, pero enfatizó que nadie puede garantizar que seguirá siendo así.

“El virus cambia constantemente y esto podría volver ineficaces las herramientas con las que contamos. Debemos tener en claro que la pandemia no ha terminado y no lo hará hasta que la transmisión esté bajo control en todos los países”, agregó.

Ghebreyesus dijo que la desigualdad en el acceso a las vacunas amenaza con perpetuar la pandemia, ya que hasta el momento tres de cada cuatro dosis se han inoculado en tan solo en diez países.

“Un pequeño número de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas controlan el destino del resto del mundo”, denunció.

Según las estimaciones de la OMS, si la administración de vacunas hubiese sido más equitativa desde el principio, los 1.500 millones de dosis inoculadas hasta la fecha habrían servido para proteger a todos los trabajadores sanitarios y grupos de riesgo en el planeta.

“Podríamos estar en una situación mucho mejor”, lamentó Adhanom Ghebreyesus, quien subrayó que los países que han empezado a vacunar a niños y a personas de bajo riesgo “lo están haciendo a expensas de los trabajadores sanitarios y personas vulnerables de otros países”.

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En la inauguración de la asamblea, que se prolongará hasta el primero de junio, también se informó que al menos 115.000 trabajadores sanitarios han muerto a causa del coronavirus.

El director general señaló que el programa COVAX, con el que la OMS y otras organizaciones intenta dar acceso a las vacunas a los países de menores recursos, ha repartido 72 millones de dosis en 125 países.

“Sin embargo, esas dosis solo han sido suficientes para inmunizar alrededor del uno por ciento de la población de esos países”, aclaró Ghebreyesus.

Ante ello, el director general de la OMS fijó en la asamblea el objetivo de que para septiembre se haya vacunado a, al menos, el 10 % de la población de todos los países del planeta, y que este porcentaje llegue al 30 por ciento a finales de año.

“Eso significa que para septiembre necesitamos vacunas para inmunizar a 250 millones más de personas en países e ingresos medios y bajos”, expuso Tedros Ghebreyesus.

Con el fin de lograr estos objetivos, pidió a los países desarrollados miembros de la OMS que continúen donando dosis a COVAX para que ninguna se desperdicie, y a las farmacéuticas que se comprometan a que la mitad de su producción anual de vacunas sea donada este programa de distribución solidaria.