Y cruzar ese límite los hace “candidatos seguros a un juicio internacional que no perdona”, asegura Armando Martini Pietri, en su columna de El Nacional, de Venezuela. “La mano de la justicia es dura, fuerte y nada blandengue cuando se trata de la violación de derechos humanos, labor diaria del Gobierno actual. ¡Serán juzgados con rigurosidad y no habrá impunidad!”.
Si bien Martini Pietri advierte que es difícil calificar, jurídicamente, de genocidio lo que está ocurriendo en Venezuela, pues “las reivindicaciones de una mayoría contundente, no implican ni tipifican delito alguno”, destaca que “sin duda es violación continuada de derechos humanos”.
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Por esa razón, recuerda que “los que imparten órdenes y quienes las reciben, deben reflexionar unos minutos antes de actuar. […] Genocidio o sólo represión, son crímenes que serán sancionados en cualquier lugar donde vayan, y no hay lapso de prescripción”.
Además, vislumbra un oscuro panorama para los responsables de lo que está pasando en Venezuela: “Los únicos que ganarán dinero serán sus abogados que en ningún caso podrán conseguir sentencias favorables, absolutorias, dure lo que dure cada juicio, sea cual sea el nivel de los enjuiciados”.
Y en el caso de que fueran perdonados en su país, “pueden ser denunciados, detenidos y enjuiciados en cualquier lugar del mundo, excepto quizás en Corea del Norte, Zimbabue o Cuba, mientras sigan vivos y mandando Kim Jong-un, Robert Mugabe y Raúl Castro”.