El hombre negro murió en Columbus, Ohio, el segundo caso en pocas semanas en esta ciudad del norte de Estados Unidos, lo que atizó la indignación en un país que vive un histórico movimiento antirracista y contra la brutalidad policial desde la primavera boreal.

La policía había recibido una llamada para acudir al lugar por un incidente menor. Las imágenes de la cámara portátil del oficial muestran a Hill caminando hacia el oficial con un teléfono móvil en su mano izquierda, mientras su otra mano permanece invisible. Segundos después, el oficial dispara su arma y el civil se desploma. No se produce ningún sonido que explique las circunstancias del tiroteo.

El oficial Adam Coy y su colega esperaron varios minutos antes de acercarse a la víctima aún viva, que falleció poco después.

El jefe de policía de la ciudad, Thomas Quinlan, anunció el jueves el inicio de un sumario por mala conducta grave contra Coy en vistas de su despido. El agente, que ya fue suspendido, será escuchado el lunes por el director de seguridad pública de la ciudad, Ned Pettus, que decidirá sobre su suerte. Además, según medios locales ya había denuncias en su contra por uso excesivo de la fuerza.

“Tenemos a un agente que violó su juramento de respetar las reglas y las políticas de la policía de Columbus”, explicó Quinlan en un comunicado. “Las consecuencias de esta violación son de tal grado que exigen una acción inmediata. Esta violación costó la vida a un inocente”.

Decenas de personas se manifestaron en la tarde del jueves en el barrio en el que Andre Hill fue asesinado para denunciar la violencia policial contra los afroestadounidenses y pedir justicia. Antes que él, Casey Goodson Jr., de 23 años, recibió varios disparos el 4 de diciembre cuando volvía a casa después de comprar unos sándwiches.

96 ciudadanos negros han muerto a manos de policías en Estados Unidos desde el caso George Floyd

Los asesinatos se producen mientras Estados Unidos se ha visto sacudido por históricas protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, desencadenadas por el asesinato en mayo de George Floyd. “Una vez más los oficiales ven a un hombre negro y concluyen que es criminal y peligroso“, criticó el miércoles el abogado Ben Crump, que defiende a varias familias de víctimas, incluyendo la de Floyd.

Con Hill, son 96 las víctimas negras a manos de un policía desde Floyd, aseguró el abogado, al denunciar “una trágica sucesión de tiroteos” por parte de uniformados.

El alcalde de Columbus, Andrew Ginther, dijo que estaba “indignado” por la muerte de Hill y que se sintió “muy perturbado” por el hecho de que ninguno de los dos policías aplicara los primeros auxilios a Hill. El funcionario pidió el “despido inmediato” de Coy.

Hill “era conocido por los residentes de la casa delante de la cual estacionó su vehículo y era un invitado, no un ladrón“, señaló.