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A la segunda fue la vencida. Tras dos intentos, Nasry Asfura, de 67 años, es el presidente electo de Honduras.
El hombre de jeans y del lema ‘trabajo y más trabajo’ fue declarado ganador casi un mes después de las elecciones más polémicas de la historia reciente del país centroamericano.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó su victoria el 24 de diciembre, con el 40,26 % de los votos, superando ligeramente al candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, quien obtuvo el 39,54 % de los sufragios.
El hombre de origen palestino que gobernará Honduras
Nació en Honduras, pero proviene del seno de un hogar palestino. Sus padres migraron a la nación centroamericana donde Nasry Asfura nació el 8 de junio de 1958, en Tegucigalpa, la capital.
Estudió la secundaria en un colegio católico, el Instituto San Francisco, y posteriormente inició estudios de ingeniería. Sin embargo, pronto optó por dedicarse de lleno a la industria de la construcción, actividad a la que ha consagrado la mayor parte de su vida.
Asfura está casado con Lissette del Cid, originaria de Intibucá, con quien el pasado agosto cumplió 40 años de matrimonio.
La pareja tiene tres hijas: Monique, Stephanie y Alexandra Asfura del Cid. También tienen tres nietas.
Aunque su familia ha mantenido un perfil discreto, lo ha acompañado en diversos mitines de campaña, entre ellos el evento para el cierre de su canidatura el pasado noviembre, en Tegucigalpa.
Ahora, a sus 67 años, Asfura se convierte en el hombre de mayor edad en gobernar Honduras.
De alcalde a presidente, el ascenso de Asfura
Nasry Asfura asumió varios cargos públicos. En la política, empezó como regidor (concejal) de la Alcaldía de Tegucigalpa durante la administración municipal de Ricardo Álvarez. Fue también diputado del Congreso Nacional y ministro del Fondo de Inversión Social.
Posteriormente, estuvo al frente de la alcaldía de Tegucigalpa durante dos mandatos consecutivos que terminaron en 2022. Como alcalde, se destacó por obras de infraestructuras y proyectos de mejoramiento urbano.
Pero su gestión también recibió críticas, como una denunciada tala de árboles en exceso, principalmente debido a sus proyectos de obras viales. Según datos recopilados por el diario local ‘El Heraldo’, durante su Administración fueron talados 991 árboles, un promedio de uno cada 3 días, y se trasplantaron 1.852.
En 2021, Asfura se lanzó por primera vez a la carrera presidencial con el movimiento Unidad y Esperanza, pero perdió frente a la actual mandataria, Xiomara Castro.
Con su estilo informal y su cercanía con la gente, el político 67 años logró convencer a los hondureños después de ese intento fallido, lo que permite el retorno del Partido Nacional al poder. De hecho, es el candidato más votado en la historia de esa bancada política.
Este 2025 contó, además, con el respaldo de un cuestionado, pero poderoso dirigente: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien pidió abierta que públicamente a los hondureños que votaran por Asfura.
Trump advirtió, incluso, que no trabajaría ni con Salvador Nasralla ni con Rixi Moncada y amenazó con recortar la ayuda a Honduras si no ganaba su favorito.
Declaraciones que avisaron el ya complejo panorama electoral y que causó las denuncias de “injerencia” de Washington por parte de la presidenta, otras voces del oficialismo, y el candidato que quedó en segundo lugar, Salvador Nasralla, quien señaló que no reconoce el triunfo del conservador, aunque descartó el llamado a nuevas protestas.
En 2020, el político conservador estuvo señalado por una unidad del Ministerio Público por presunto lavado de activos, fraude, malversación de caudales públicos y abuso de autoridad, pero un fallo del Poder Judicial descartó llevarlo a juicio. El dirigente ha rechazado esos señalamientos, así como cualquier implicación en los llamados Papeles de Pandora, un escándalo internacional de corrupción que involucró a políticos, funcionarios y empresarios.
¿Qué promete el gobierno de Asfura para Honduras?
Empleo y seguridad son los dos principales focos de Nasry Asfura. Su plan “Juntos vamos a estar bien 2026 -2030” se centra principalmente en la creación de puestos de trabajo y su estrategia de seguridad ciudadana se centra en el denominado “Plan vivir y trabajar sin miedo”.
Asfura busca generar más trabajo apoyando a las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas). Para ello, y especialmente para puestos de trabajo destinados a mujeres y jóvenes, el ahora presidente electo promete atraer inversión extranjera.
Asfura también le apuesta al sector agropecuario como uno de los pilares del crecimiento económico, mantiene en el centro de su agenda el fortalecimiento del Estado de derecho y una estrategia integral de seguridad, con el objetivo de, asegura, reducir la migración forzada y reactivar la economía nacional, destaca el diario local ‘La Prensa’.
Otros ejes importantes de su programa son la descentralización y la mejora de la conectividad, con el desarrollo de proyectos de infraestructuras a nivel nacional. También prometió modernizar la atención médica y el sistema educativo.
En torno a la seguridad, Asfura apunta a desarrollar programas de prevención de la violencia y asaegura que atacará las causas de la criminalidad.
¿Cómo espera cumplirlo? El político de 67 años propone abandonar la aplicación generalizada del estado de excepción, ya que lo considera una forma de violación de derechos e “ineficiente”. Sin embargo, plantea utilizarlo de manera focalizada en zonas con altos índices de criminalidad.
Su plan contempla la formación de 4.000 nuevos agentes policiales por año hasta alcanzar el estándar internacional de 300 policías por cada 100.000 habitantes. En el centro de su agenda de seguridad también se encuentra la lucha contra el narcotráfico y como parte de la política con la que pretende socavarlo, Asfura ha expuesto que su Administración aprovechará el uso de tecnología avanzada, como drones marinos para la vigilancia costera, un sistema integrado de radares y la instalación de escáneres en todas las aduanas del país.
Las prisiones de Honduras también son foco de violencia y cometimiento de delitos, por lo que Asfura declaró que tipificaría como “terrorismo” el delito de extorsión que, en muchas ocasiones, es cometido desde el interior de esos centros penitenciarios. Para ello, plantea un mayor control de las comunicaciones en las cárceles.
Para los casos de masacres propone la cadena perpetua y para los violadores de menores promete como medidas la castración química.
Además, Asfura planea restituir la extradición.
Con EFE y medios locales
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