“Apuesta, gana en grande”, eso decía la galleta de la fortuna que recibió Davis luego de cenar junto a su hijo en un restaurante japonés, publica el portal UPI.

Cuando fue a recoger su premio, la mujer les dijo a los oficiales de la Lotería de Misuri que nunca había apostado, pero que luego de ver el mensaje pensó que nada perdía con hacerlo una vez, señala el mismo medio.

Fonda Smith Davis explicó que investigó el sitio web de la lotería estatal y decidió apostar en juegos de raspaduras, incluido un boleto Gold Rush, que costaba 5 dólares. Y fue este, el último que jugó, el que le dio la alegría de ganarse 50.000 dólares.

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La madre, además, indicó que mientras veían la transmisión de la lotería en televisión sintió nervios cada vez que iban apareciendo los números de ese juego. Luego, cuenta que su hijo gritó fuerte apenas se dieron cuenta que era ganadores.

Según UPI, la mujer utilizará el dinero para pagar la primera cuota de una casa.