La altamente contagiosa variante del coronavirus se ha propagado por los países de Europa a velocidad de vértigo, forzando a los gobiernos a reimponer estrictas medidas y a acelerar los programas de vacunación.

Europa está en el epicentro de este alarmante repunte, expresó la OMS, cuando se cumplen dos años exactos de la primera muerte oficialmente atribuida al COVID-19 en China.

“A este ritmo, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington prevé que más del 50 % de la población de la región se habrá contagiado con la variante ómicron en las seis u ocho semanas venideras”, dijo el director de la región Europa de la OMS, Hans Kluge.

El responsable subrayó que esta variante presenta varias mutaciones “capaces de fijarse más fácilmente a las células humanas” y afectar a personas que ya han sufrido el coronavirus y están vacunadas.

La región Europa de la OMS incluye 53 países y territorios, incluidos algunos de Asia Central.

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Para Kluge, esta transmisión del virus “sin precedentes” se traduce en un aumento de los ingresos en el hospital pero no en un incremento de la mortalidad.

“Hay un número mucho mayor de casos asintomáticos”, dijo el responsable, subrayando la eficacia de las vacunas.

Sin embargo, la OMS asegura que por ahora no se puede calificar el virus de endémico, como ocurre con el de la gripe.

“Tenemos en este momento un virus que evoluciona rápidamente y que plantea nuevos desafíos. No estamos en un momento en el que se pueda calificar de endémico”, dijo la responsable de las situaciones de emergencia de la OMS Europa, Catherine Smallwood.

“Este virus nos ha vuelto a sorprender”, corroboró Kluge, afirmando que el objetivo para este año es “estabilizar la pandemia”.