A Mohsen Fakhrizadeh lo protegían once Guardianes de la Revolución, cuando la metralleta hizo “zoom” en su rostro y disparó trece balas, precisó el contralmirante Ali Fadavi, subcomandante en jefe de ese cuerpo armado de Irán, citado por la agencia de prensa Mehr.

El arma, colocada sobre una camioneta, “se concentró simplemente sobre el rostro del mártir Fakhrizadeh de tal manera que su mujer, que se encontraba a solo 25 centímetros, no fue alcanzada por una bala“, añadió.

Este aparato estaba “controlado por internet” vía satélite y utilizó una “sofisticada cámara e inteligencia artificial” para encontrar su blanco, continuó Fadavi.

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También contó que el jefe de seguridad del científico recibió cuatro balas “cuando se lanzó” sobre él para protegerlo. “No había ningún terrorista en el lugar”, precisó.

La agencia Mehr y otros medios locales no precisaron si Fadavi dio cuenta de la muerte de otras personas en este ataque.

Las autoridades iraníes acusaron a Israel y a los Muyahidines del Pueblo, grupo de oposición prohibido en Irán, de este asesinato.

Tras el ataque, se dieron varias versiones sobre la muerte del científico. El ministro de Defensa Amir Hatami indicó que fue víctima de un ataque con explosivos y un tiroteo, mientras que la agencia de prensa Fars afirmó, unos días después, sin citar fuentes, que se había utilizado una “metralleta automática teledirigida” y colocada sobre una camioneta.