Tal como han previsto analistas y especialistas, el resultado de las elecciones de Venezuela tendrá un impacto directo en la intención migratoria de los venezolanos. De eso se viene hablando desde antes de que el chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) le entregara el triunfo y proclamara irregularmente a Nicolás Maduro. Pero con la represión que desató el régimen, que no quiere reconocer su derrota para atornillar a Maduro al poder, el propósito de salir del país está entre las prioridades hoy de muchos venezolanos.
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Las autoridades colombianas se preparan para le ola migratoria, y William Villamizar, gobernador de Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela, dijo que ya “empiezan los primeros conatos de movimiento” de venezolanos hacia Colombia.
La situación en Venezuela ha dividido la región en tres grandes bloques: los que respaldan irrestrictamente a Maduro (Cuba, Nicaragua, Bolivia y Honduras), los que no lo reconocen como presidente electo (Perú, Argentina, Ecuador, entre otros, y Chile, cuyo presidente, el izquierdista Gabriel Borich, ha marcado un hito al negarse a reconocer los resultados entregados por el CNE), y los que le están dando una bala de oxígeno al régimen: Colombia, Brasil y México, que, se presume, adelantan conversaciones con Maduro, hasta ahora sin ningún resultado.
Precisamente, la líder opositora María Corina Machado se dirigió este jueves al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a quien le advirtió que se desataría una inédita “ola migratoria” desde Venezuela si Maduro se aferra al poder.
“Yo le digo a AMLO [acrónimo del mandatario mexicano] que si Maduro opta por aferrarse por la fuerza, por las malas [al poder], solo podremos estar viendo una ola migratoria como nunca hemos visto: tres, cuatro, cinco millones de venezolanos en muy poco tiempo”, dijo Machado en videoconferencia de prensa con medios de México.
La dirigente opositora sostuvo que aún se está a tiempo de “revertir” lo que a su juicio sería el mayor éxodo de venezolanos. “México tiene un poder importantísimo porque tiene un canal directo con el régimen” de Maduro. “Espero que el gobierno mexicano entienda la enorme responsabilidad” que tiene, añadió.
Sin embargo, el gobierno de México se ha mantenido al margen de las críticas al proceso electoral venezolano y rechazó participar en una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la crisis en Venezuela.
“Que no metan las manos ni las narices” en el proceso electoral de Venezuela, reclamó el 30 de julio López Obrador, y ha reiterado que su gobierno reconocerá los resultados del CNE, bajo control del chavismo.
Machado dijo el miércoles que no descarta que México, junto con Colombia y Brasil, también gobernados por dirigentes de izquierda, puedan contribuir a “establecer unos términos de una negociación clara, firme y efectiva” en busca de una solución en Venezuela.
En la capital mexicana se han realizado en los últimos años mesas de diálogo entre el gobierno de Caracas y la oposición.
Según cifras de la ONU, unos 7,7 millones de venezolanos han emigrado en los últimos años debido a la profunda crisis económica y política en la nación sudamericana.
Los venezolanos se han sumado a los cientos de miles de migrantes de otras naciones, principalmente centroamericanos, que atraviesan México en busca de llegar a Estados Unidos.
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