France 24 la componen cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 en 355 millones de hogares en los 5 continentes. France 24 cuenta con 61,2 millones de telespectadores semanales (medición realizada en 67 países de los 183 en los que se emite al menos una de las cadenas) y es el primer ca...
El presidente Nicolás Maduro firmó un decreto de “conmoción externa” tras denunciar repetidamente las “amenazas” militares de Estados Unidos a Venezuela. El decreto, que entraría en vigor en caso de una agresión directa contra Venezuela, le otorga a Maduro facultades excepcionales en materia de defensa y seguridad. La oposición alerta sobre un cierre aún mayor del espacio democrático.
Caracas elevó el tono el lunes frente a lo que considera una amenaza directa de Estados Unidos.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, anunció ante el cuerpo diplomático que el presidente Nicolás Maduro había firmado un decreto de conmoción externa.
Esta medida concede, en caso de una agresión al país, poderes reforzados al presidente Maduro para actuar en materia de defensa y seguridad nacional. La medida responde, según el oficialismo, al despliegue naval estadounidense en aguas del Caribe, emprendido por la Administración de Donald Trump en un esfuerzo, asegura, para combatir el narcotráfico, pero que Caracas califica como “pretexto” para intentar forzar un “cambio de régimen” en Venezuela.




“Poderes especiales”
Rodríguez explicó que el decreto “le da poderes especiales al jefe de Estado para actuar en materia de defensa y seguridad” en caso de que Estados Unidos “se llegara a atrever a agredir” al país.
El mandatario ha reiterado que Washington busca una intervención “disfrazada” y que su Gobierno no se quedará de brazos cruzados. Sin embargo, el decreto no se implementa de manera inmediata y se activaría en caso de una intervención foránea directa contra Venezuela.
En días recientes, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, afirmó que Venezuela debe estar lista para una eventual ofensiva.
“Hay que estar preparados para que cuando ellos vengan ya nosotros les hemos dado dos vueltas y los sorprendidos sean otros, porque Venezuela tiene que seguir siendo inexpugnable”, señaló en un acto militar televisado. El oficialismo justifica así un aumento en los entrenamientos y en la preparación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que considera el pilar central de la resistencia frente a cualquier intento de intervención.
Semanas antes, el Gobierno realizó tres días de maniobras militares en la isla La Orchila, ubicada al norte del territorio continental. Durante 72 horas, se desplegaron 2.500 efectivos, 12 naves de la Armada, 22 aeronaves, helicópteros, aviones de transporte y vehículos anfibios. Las imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron paracaidistas descendiendo sobre la isla, tanques apuntando al cielo y radares de última generación de origen ruso.
Tensiones en el Caribe
El decreto se inscribe en un contexto de creciente tensión en el Caribe, donde Estados Unidos mantiene buques de guerra con el argumento de cortar las rutas del narcotráfico que, según el Pentágono, involucran a redes que operan desde Venezuela. La Administración Trump ha acusado reiteradamente al chavismo de connivencia con grupos de narcotráfico y de utilizar sus puertos para el tráfico de drogas hacia Norteamérica y Europa.
En particular, la Casa Blanca acusa a Nicolás Maduro de encabezar el llamado Cartel de Los Soles, una supuesta organización de tráfico de drogas clasificada como terrorista por el Departamento del Tesoro estadounidense. Caracas rechaza categóricamente estas acusaciones y asegura que son parte de una estrategia de propaganda destinada a deslegitimar a su Gobierno en la escena internacional.
Leer tambiénEl despliegue militar de EE. UU. en el Caribe, visto desde la acera contraria
Mientras tanto, el cuerpo diplomático en Caracas observa con cautela. Varios embajadores europeos presentes en el acto encabezado por Rodríguez señalaron extraoficialmente que la crisis añade un nivel más de incertidumbre a un escenario ya marcado por sanciones internacionales, recesión económica y migración masiva.
En medio de la creciente presión internacional sobre el Gobierno de Nicolás Maduro, la oposición venezolana se muestra dividida: mientras la líder opositora María Corina Machado asegura que “faltan semanas” para un cambio político y el regreso de miles de venezolanos, otros dirigentes políticos, como Henrique Capriles y Stalin González, advierten que la solución no pasa por la vía militar.
Con EFE, AFP y Reuters
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO