De acuerdo con el diario Clarín, Barroso ahora se encuentra en su casa, en Parque Palermo, en la ciudad de Mar del Plata, donde pasará hasta nuevo aviso su condena, además, por buena conducta.
En Argentina, como en Colombia y otras partes del mundo, se ha admitido la salida de muchos presos con enfermedades preexistentes por miedo a que se contagien del coronavirus y se pongan graves de salud.
Barroso, de 62 años, es hipertenso, por lo que salió beneficiado con el decreto de la Cámara de Casación y la Suprema Corte de Argentina, señala el mismo rotativo.
El condenado, que ya estuvo tras las rejas más de 15 años y que ahora será vigilado por videollamada, regresó a su casa el pasado 24 de abril, donde su esposa aceptó que se quedara con ella y hasta firmó un acuerdo para ser su tutora, detalla Clarín.
Ese diario recuerda que Héctor Barroso fue condenado por pedir a un amigo que asesinara a Verónica Juárez, una prostituta que se había convertido en su amante, y por el homicidio de Analía Fuschini, otra de las mujeres que contrataba por dinero.
De la prisión donde el sujeto estaba cumpliendo su condena, Unidad Penal N°15 de Batán, han salido unos 120 reos, de los 1244, desde que comenzó la epidemia del COVID-19, finaliza el medio argetino.
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