El Partido Popular Austriaco obtuvo el 30,2 % de los votos, seguido del ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), con el 26,8 %, y los socialdemócratas (26,3 %), según las proyecciones brindadas por la televisión pública.

En Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), fundado por antiguos nazis y al que se unieron los liberales, es un veterano de la escena política presente hace varias décadas y que hace pocos meses logró que su candidato para las presidenciales llegara a la segunda vuelta.

Pero el favorito para estos comicios era Kurz, actual ministro de Relaciones Exteriores y líder de su partido.

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Kurz, apodado el ‘Wunderwuzzi’ (niño prodigio) tomó en mayo las riendas de un partido desvitalizado y puso fin a 10 años de alianza con los socialdemócratas.

Con una imagen de modernidad, un discurso muy firme sobre la inmigración y con promesas de recortes fiscales, Kurz logró atizar la llama de los conservadores, rejuveneciendo la base.

Con un 33 % de las intenciones de voto en las encuestas, el joven político tiene una ventaja de entre ocho y seis puntos frente al líder del FPÖ Heinz-Christian Strache, de 48 años, y al canciller socialdemócrata Christian Kern.

Strache, con un apoyo del 25%, podría doblar el resultado que obtuvo la formación de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) en las elecciones celebradas el 24 de septiembre.

La entrada de este partido en el parlamento provocó consternación en Alemania y marcó la primera vez que una formación de extrema derecha entra en el Bundestag desde la Segunda Guerra Mundial.

Con este panorama, el FPÖ de Strache podría repetir el resultado logrado por su predecesor y mentor Jörg Haider en 1999.

Entonces, el partido entró en el gobierno del canciller conservador Wolfgang Schüssel, lo que generó indignación internacional y sanciones europeas, un escenario que hoy parece improbable.

Kurz no ha excluido ningún escenario y una coalición con el FPÖ parece la alternativa más probable.

En la presidencial celebrada el año pasado, los socialdemócratas y los conservadores del ÖVP, que compartían el poder desde la guerra, fueron eliminados inéditamente en la primera vuelta.

El candidato de extrema derecha Norbert Hofer perdió por poco en la segunda frente al ecologista liberal Alexander Van der Bellen.

AFP