Se instalaron 450.000 centros de votación, que abrieron a las 08.00 a.m hora local y funcionarán hasta las 17.00, aunque por los diversos usos horarios que existen en el vasto territorio brasileño, en los estados del oeste cerrarán dos horas después.

Una vez que cierren los colegios en todo el país podrán ser divulgados sondeos a pie de urna y el Tribunal Superior Electoral comenzará a difundir los primeros boletines con resultados oficiales.

Según las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.

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Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades de Haddad, a quien le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %.

Los candidatos encarnan proyectos antagónicos y sus propuestas han polarizado al país como pocas veces se ha visto en su historia.

Uno, un polémico capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la dictadura que promete una liberalización total de la economía, y el otro un intelectual de izquierda, aunque moderado y que encarna el ideal social de Luiz Inácio Lula da Silva, el mayor líder popular del país, pero en la cárcel por corrupción.