El portugués se mostró confiado en que “América Latina tiene una experiencia de vida democrática que hace que los regímenes autoritarios ya no tengan chance”.

“El tiempo de las intervenciones militares en América Latina ha pasado”, opinó.

“Una intervención solo podría tener lugar dentro del marco de la Carta de las Naciones Unidas”, afirmó.

Al mismo tiempo, Guterres reconoció que “es una ingenuidad pensar que será posible encontrar una cierta unidad en estas circunstancias”.

“La relación entre las mayores potencias del Consejo de Seguridad nunca ha sido tan disfuncional”, declaró.

El 5 de enero el diputado Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.

El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.

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El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EE. UU. de haberlo orquestado.

Guaidó fue reconocido de inmediato por los Estados Unidos, a los que se sumaron unos 50 países.

Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.

México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.