Esta iglesia, cuyos adeptos portan coladores en la cabeza, adoran a los piratas y piensan que el universo fue creado por un espagueti volador, fue reconocida oficialmente en ese país en diciembre de 2015.

También le puede interesar:

Pero detrás de este ceremonial incongruente, los seguidores de este movimiento conocido como “pastafari”, fundado en Estados Unidos, aseguran que su religión es muy seria. Las autoridades de Nueva Zelanda les dieron razón y concedieron a esta iglesia el derecho legal para celebrar uniones.

Karen Martyn, ordenada “ministeroni” de la iglesia, celebró el sábado su primera boda, durante la cual unió a Toby Ricketts, un cineasta que descubrió el movimiento al filmar un documental sobre esta religión, y Marianna Young.

La ceremonia se celebró en un navío convertido en barco pirata en la ciudad de Akaroa, en el sur.

“Este es un reconocimiento oficial de nuestra iglesia y es genial”, dijo Martyn a la AFP antes de la ceremonia, añadiendo que varios otros matrimonios, incluyendo uniones del mismo sexo -legales en Nueva Zelanda- están previstos.

“Gente de Rusia, Alemania, Dinamarca, de todas partes, me llaman para pedirme celebrar su matrimonio en nuestra iglesia, ya que nuestra filosofía no discrimina”, añadió Karen Martyn.

Toby Ricketts admitió sin embargo que algunas personas podrían no tomar su unión en serio.

“Es lo que nos atrajo” del movimiento “pastafari”, dijo a la AFP. “Nunca pensamos casarnos, tener un matrimonio convencional, pero esto nos permite casarnos sintiéndonos cómodos”.

El dios venerado por los fieles “tiene un montón de miembros en forma de espaguetis con dos albóndigas y un par de ojos”, según el sitio de la iglesia.

El movimiento nació hace una década en Estados Unidos para denunciar los dogmas en la religión y el creacionismo. En la actualidad, está presente en varios países.

AFP