En la guerra como en la vida misma todos los factores deben tenerse en cuenta, y el clima ya nos ha enseñado que puede ser un elemento esencial en la definición o conclusión de un enfrentamiento como el protagonizan actualmente Rusia y Ucrania.

La historia nos ha mostrado que en esta zona de Europa el clima puede ser decisivo. La ‘raspútitsa’ puede retrasar la entrada de los rusos a Ucrania, ya que este fenómeno meteorológico empeorará según el tiempo se caliente y las lluvias comiencen.

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A nueve días de la invasión rusa, la velocidad con que se creía iban a entrar a Ucrania y todas sus ciudades está mermada por el fenómeno climático ya documentado y reconocido porque también lo sufrió el ejército alemán en 1941.  Para muchos, gracias a ella se definió la pérdida de la segunda guerra mundial de Alemania ya que muchos de sus soldados que iban a invadir la URSS, quedaron atrapados en los fangos de Ucrania.

Exactamente lo mismo dicen que le está sucediendo a las tropas Rusas. ‘Estación de barro’ ha detenido a las tropas de Vladimir Putin, según lo ha hecho saber la inteligencia norteamericana, quién además ha dicho que hay un convoy totalmente varado en el norte de Kiev, a unos treinta kilómetros de la capital ucraniana.

Este fenómeno de la ‘raspútitsa’ o ‘estación de barro’ sucede en Ucrania, Rusia y Biolorusia. Consiste en que se mezcla la tierra, el hielo y los fuertes cambios de temperatura que se dan en primavera y en otoño. El producto de esa combinación es una tierra muy fangosa, que para cualquier avance militar, tal como sucedió durante la invasión napoleónica de Rusia o a la Blitzkrieg de la Segunda Guerra Mundial, es un completo obstáculo.

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“Ya ha habido muchas situaciones en que tanques rusos y otros vehículos pasaron por campos y quedaron bloqueados. Los soldados se vieron obligados a abandonarlos y continuar a pie”, afirma a la AFP el analista militar ucraniano Mikola Beleskov. “Este problema existe y va a agravarse”, añade.