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Escrito por:  Ricardo Baracaldo
Redactor     Abr 6, 2025 - 8:38 am

Si alguna vez ha soñado con trabajar en Estados Unidos por un tiempo determinado sin comprometerse a quedarse de forma permanente, la visa de no inmigrante para trabajador temporal podría ser tu boleto de entrada.

(Vea también: Las profesiones (muy pedidas) con las que podría obtener residencia legal en EE. UU.)

Este tipo de visa está diseñado para personas que tienen una oferta laboral específica en el país y planean regresar a su lugar de origen una vez que termine su contrato o proyecto.

No es un camino hacia la residencia, sino una oportunidad para laborar legalmente por un periodo limitado, algo que muchos colombianos exploran para ganar experiencia internacional o ingresos en dólares.

En términos simples, esta visa permite a empleadores estadounidenses contratar extranjeros para ocupar posiciones temporales cuando no encuentran trabajadores locales disponibles o calificados.

Acá, algunas recomendaciones sobre el tema:

Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), estas visas son una solución para sectores como agricultura, tecnología, entretenimiento o incluso construcción, dependiendo del tipo de autorización. Pero no se equivoque: no es un proceso sencillo ni automático, y tanto el empleado como el empleador deben cumplir una serie de requisitos estrictos para que se apruebe.

¿Cómo pedir la visa de no migrante para trabajar en Estados Unidos?

Estas visas pueden durar desde unos meses hasta varios años, con posibilidad de extensión en algunos casos, pero siempre con la condición de que el trabajador no tiene intención de establecerse permanentemente en EE. UU.

El primer paso para obtener una visa de no inmigrante para trabajador temporal es que un empleador en Estados Unidos le ofrezca un trabajo y esté dispuesto a patrocinarlo. Sin esto, no hay visa posible.

El empleador debe presentar una petición ante el USCIS, generalmente a través del Formulario I-129, demostrando que el puesto es temporal y que no hay estadounidenses disponibles para cubrirlo. Esto puede incluir desde pruebas de escasez de mano de obra hasta detalles del contrato.

Una vez que la petición es aprobada, el trabajador puede solicitar la visa en la Embajada o Consulado de EE. UU. en su país, como Colombia. Allí empieza la parte del empleado: necesita programar una cita, pagar la tarifa (que ronda los 185 dólares, aunque varía según el tipo de visa), y presentar documentos como pasaporte válido, la aprobación del Formulario I-129, una foto reciente y pruebas de que regresará a su país al finalizar el trabajo.

Pero allí no queda todo, pues la entrevista consular es clave, ya que allí se deberá convencer al oficial de que no se planea quedar ilegalmente.

El proceso puede tomar desde unas semanas hasta varios meses, dependiendo de la categoría y la demanda. Además, el empleador debe cumplir con regulaciones laborales, como ofrecer un salario acorde al mercado.

Si todo sale bien, obtendrá su visa y podrá viajar para empezar a trabajar, pero ojo: cualquier cambio en el empleo o intento de quedarse más allá del plazo puede meterlo en problemas legales.

Qué tipos de visa de trabajo hay para Estados Unidos

No todas las visas de trabajador temporal son iguales, y Estados Unidos ofrece varias categorías según el tipo de empleo. Las más comunes son:

  • H-1B: para profesionales con habilidades especializadas, como ingenieros, médicos o expertos en tecnología. Requiere un título universitario o experiencia equivalente y tiene un límite anual de 65,000 visas.
  • H-2A: dirigida a trabajadores agrícolas temporales, muy usada por quienes van a cosechas estacionales. No exige estudios avanzados, pero sí un contrato específico.
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  • H-2B: para trabajos no agrícolas temporales, como construcción, hotelería o paisajismo. Es ideal para proyectos de corta duración y también tiene un límite anual.
  • L-1: para empleados de empresas multinacionales que son transferidos a una filial en EE. UU. Perfecta para gerentes o ejecutivos.
  • O-1: para personas con habilidades extraordinarias, como artistas, deportistas o científicos destacados. Es más difícil de obtener, pero no tiene límite de cupos.

Cada una tiene sus propias reglas y plazos. Por ejemplo, la H-1B puede extenderse hasta seis años, mientras que la H-2A suele ser por menos de un año.

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