Estados Unidos exigirá a todos los viajeros que ingresen al país a partir del próximo lunes la presentación de una prueba de coronavirus negativa realizada como máximo 72 horas antes del viaje, anunciaron anoche los gubernamentales Centros de Control y Enfermedades (CDC).

El objetivo es intentar contener la nueva cepa del coronavirus, detectada en Reino Unido y que parece ser un 70 % más contagiosa que otras variables, explicaron los CDC en un comunicado.

Bajo la nueva normativa, todos los pasajeros que salgan de Reino Unido (sean o no ciudadanos estadounidenses) deberán entregar a las aerolíneas un documento que pruebe que, en las 72 horas, han dado negativo en un test para detectar el virus, ya sea una PCR o una prueba de antígenos.

Si los viajeros no tienen ese documento, las aerolíneas les negaran la posibilidad de embarcar.

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La aerolínea estadounidense Delta ya había comenzado ayer jueves a pedir a sus pasajeros un test negativo antes de embarcar; y United Airlines había anunciado que haría lo mismo a partir del lunes.

Esta nueva medida afectará a un número relativamente pequeño de viajeros porque, en marzo, el presidente estadounidense, Donald Trump, ya restringió la entrada de extranjeros procedentes de Reino Unido, lo que redujo el tráfico aéreo entre ambos países en un 90 %, de acuerdo a los CDC.

La nueva cepa del coronavirus ha provocado el confinamiento en el Reino Unido de más de 20 millones de personas.

Además, numerosos países de Europa, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio han decidido suspender en los últimos días las conexiones aéreas con el Reino Unido.

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