Las marchas de este sábado, que no fueron autorizadas, surgieron como respuesta de la población a la prohibición decretada por el gobierno, informó AFP.
Con la medida, el gobierno trató de disuadir a los manifestantes más violentos, que actúan con el rostro cubierto, pero, según la agencia internacional de noticias, logró todo lo contrario.




Carrie Lam, jefa del ejecutivo, dijo en un video: “Las acciones brutales de los manifestantes hicieron que Hong Kong estuviera semiparalizada este sábado. Todo el mundo está preocupado e incluso asustado”.
En Sheung Shui, cerca de la frontera china, periodistas de la AFP aseguran haber visto a grupos de manifestantes enmascarados romper escaparates de comercios de empresas chinas o consideradas pro-Pekín.