La misiva fue escrita el pasado 7 de noviembre, y en ella explica que el personal del ejército estadounidense en Corea del Sur, su aliado en la región, es de 28.500 soldados, número que podría ser ampliamente superado por las tropas del régimen de Kim Jong-un, informa Newsweek.

Ni siquiera las fuerzas militares de Corea del Sur, que conducirían la mayoría de operativos en un eventual conflicto, podrían hacerle contrapeso a las fuerzas armadas norcoreanas, cuyo número de miembros está estimado en 1,2 millones. Según Jouas, por primera vez desde los tiempos de la guerra de Corea (años 50), el ejército estadounidense no sería capaz de establecer sus fuerzas armadas antes del inicio de las hostilidades.

Pero el general va más allá: dice que tomaría días e incluso meses a Estados Unidos trasladar refuerzos, provisiones y equipos hasta la península coreana. Ya allí, los militares podrían encontrar sus bases bajo ataque (que podría ser convencional, pero también nuclear), situación que podría retrasar aún más un eventual ingreso a la guerra.

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Jouas también dijo que el conflicto implicaría un riesgo muy grande para los surcoreanos y estadounidenses que viven en la región, ya que eliminar la artillería norcoreana que represente un peligro para Seúl podría tomar días, lo llevaría a una crisis de víctimas que soliciten la evacuación inmediata del país.

El teniente general también dijo que una acción militar de Estados Unidos contra Corea del Norte, sin importar de qué magnitud, podría desembocar en una guerra de enormes proporciones en la que no sería posible eliminar las capacidades nucleares del régimen asiático.

La carta de Jouas se da a conocer en medio de la fuerte retórica que manejan los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un. Independent, sin embargo, afirma que el mandatario estadounidense le ha bajado al tono en las últimas semanas. Por ejemplo, en su reciente visita a Seúl, Trump habló de la posibilidad de una negociación, esto tiempo después de haber amenazado al régimen con destruirlo con “furia y fuego”.