Ecuador declaró este sábado el estado de excepción en varias zonas azotadas por el narcotráfico y la criminalidad como el puerto de Guayaquil (suroeste), donde esa medida, que permite movilizar militares a las calles, ha sido dictada en tres ocasiones durante 2022.

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“Decretamos el estado de excepción en la zona 8, que comprende [las localidades de] Guayaquil, Durán y Samborondón, y en las provincias [costeras] de Santa Elena y Los Ríos”, expresó el presidente Guillermo Lasso en una alocución transmitida por radio y televisión.

El estado de excepción que obedece a una “grave conmoción interna”, de acuerdo con su decreto, entrará en vigencia este domingo e incluirá un toque de queda entre la 1:00 y las 5:00 de la mañana hora local.

Unos de los aspectos que más lama la atención es la autorización de porte de armas por parte de los civiles. “Tenemos un enemigo común: la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado. Vamos a combatirlos con tres nuevas medidas urgentes. Primero, hemos modificado el decreto que permite la tenencia y el porte de armas”, dijo Lasso.

Explico que eso, en términos generales, significa que se autoriza la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal de acuerdo con los requisitos de ley y reglamento. Y se autoriza el uso de aerosoles de gas pimienta para la defensa personal. Se prohíbe la fabricación, registro y tenencia de armas de fabricación artesanal.

El mandatario, que el año pasado decretó el estado de excepción en tres ocasiones para Guayaquil y otras áreas para enfrentar los altos índices de criminalidad, dispuso que la medida durará 60 días y que también suspenderá derechos como a poder reunirse.

Desde marzo y por 60 días también está en emergencia la provincia costera de Esmeraldas (noroeste y fronteriza con Colombia).

Apretado por el narcotráfico

Ubicado entre Colombia y Perú (los principales productores mundiales de cocaína), Ecuador decomisó en 2021 el récord anual de 210 toneladas de drogas, la mayor parte cocaína y cuyo destino eran puertos europeos.

Las incautaciones en 2022 superaron las 200 toneladas de drogas en medio de enfrentamientos entre bandas del narco, que se disputan a sangre y fuego en calles y cárceles las rutas para el tráfico de estupefacientes.

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A la par de las confiscaciones han aumentado las muertes violentas. La tasa de homicidios casi se duplicó entre 2021 y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según autoridades.

Guayaquil, núcleo comercial del país y por donde sale la mayoría de la droga, figura entre las localidades con más criminalidad. En la zona 8 se reportaron 434 muertes violentas entre enero y mediados de marzo frente al total de 1.151 asesinatos a nivel nacional.

“Objetivos de alto valor”

“Siento como ustedes la preocupación de la inseguridad. Para el gobierno del Ecuador, su paz y tranquilidad son vitales”, manifestó el gobernante, quien promueve una denominada “cruzada por tu seguridad” que combina acciones entre las fuerzas militares y policiales.

Indicó que las autoridades han identificado a 15 líderes del crimen organizado catalogados como “objetivos de alto valor”, de los cuales seis ya han sido capturados.

“Vamos a combatir a los delincuentes con todo el rigor de la ley porque nuestra prioridad es su tranquilidad”, concluyó Lasso, quien afronta un proceso de juicio político que impulsa la opositora Asamblea Nacional por un supuesto peculado.

El mandatario, de 67 años, considera que el juicio planteado por un sector del Legislativo y autorizado por la Corte Constitucional “no tiene pies ni cabeza”.

Esta es la segunda ocasión que el Congreso -donde la oposición es mayoría pero está dispersa- pretende remover del cargo a Lasso.

En junio pasado, en medio de protestas indígenas por el alto costo de vida, un grupo de diputados presentó una moción de destitución, pero no obtuvo los 92 votos necesarios -de 137 asambleístas-, de acuerdo a la Constitución.