El mercado mayorista de mariscos de Huanan en Wuhan fue el epicentro temprano de la pandemia de COVID-19. Así lo afirman dos nuevos estudios publicados en la prestigiosa revista Science.

Sobre este tema ya se ha hablado mucho. Entonces por qué tiene importancia en este momento: porque determinar si es de origen natural, de una enfermedad zoonótica, esto es de origen animal que saltó a humanos, o de un accidente de laboratorios dependen millones de vidas en una próxima pandemia. 

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Los estudios salieron de un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona – dirigidos los dos estudios por el experto Michael Worobey – y confirmaron después de varios meses de estudio y validación de pares y otros análisis estadísticos y de laboratorio ha confirmado que hay una alta probabilidad que el origen de la pandemia se dio en un mercado mayorista de mariscos en Huanan, en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China.

Se ha confirmado, o por lo menos eso parece, que la enfermedad que atacó a la humanidad dejando 6,3 millones de personas muertas es una enfermedad zoonótica, es decir natural y que no se dio en medio de un accidente de laboratorio.

El Instituto de Investigación Scripps de San Diego (California, Estados Unidos) dirigido por Kristian Anderson examinó el patrón geográfico de los casos de Covid-19 en el primer mes del brote, diciembre de 2019. Y sobre esta examinación pudo concluir que el mercado de mariscos en Wuhan, no sólo es un escenario probable, sino el único que se ajusta a los datos. El equipo pudo determinar la ubicación de casi todos los 174 casos de Covid-19 identificados por la Organización Mundial de la Salud ese mes, 155 de los cuales estaban en la ciudad China de Wuhan.

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Como se sabe Michael Worobey, es el coautor de los dos artículos, ya había pedido a la comunidad científica en una carta ser abierta a la posibilidad de que el virus fuera un accidente de laboratorio que terminó en las calles del mundo.

Sin embargo, los resultados del patrón geográfico  lo llevaron “al punto donde ahora también pienso que simplemente no es posible que este virus fuese introducido de ninguna otra forma que mediante el comercio de animales silvestres en el mercado de Wuhan”, dijo a periodistas en una llamada.

“¿Hemos refutado la teoría de la fuga del laboratorio? No, no lo hemos hecho. ¿Podremos saberlo alguna vez? No”, dijo el coautor Kristian Anderson, del Scripps Research Institute.

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La importancia de este hallazgo es decisiva para que la humanidad, sobre manera los científicos tanto sociales como los biólogos, como funcionarios deben emprender políticas públicas que conlleven a comprender mejor el comercio de animales salvajes en China y en otros lugares y promover la realización de pruebas más exhaustivas de los animales vivos que se venden en los mercados para reducir el riesgo de futuras pandemias.

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