Según esa fuente anónima citada por CNN, las negociaciones entre ambos países dependen de un “movimiento audaz” de parte de Estados Unidos para alcanzar un acuerdo de paz entre los dos gobiernos, técnicamente en guerra desde la década de 1950.

Dice CNN que si el gobierno de Washington no quiere reemplazar el armisticio que significó el final de la Guerra de Corea (años 50) por un acuerdo de paz permanente que garantice la supervivencia del régimen de Kim Jong-un, es posible que Corea del Norte no avance en los diálogos que buscan la desnuclearización.

Un acuerdo de paz de ese tipo requeriría la aprobación de 2 tercios del senado estadounidense.

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De igual manera, Corea del Norte le pone presión a Trump para que aligere las sanciones económicas que Estados Unidos le ha impuesto en los últimos meses.

Los norcoreanos creen que es lo justo después de que congelaron las pruebas nucleares y destruyeron su centro de pruebas, además de facilitar el regreso de los cuerpos de militares estadounidenses fallecidos en el conflicto de la península.

Por otra parte, uno de los puntos firmados por Trump y Kim en la cumbre que sostuvieron en Singapur en junio pasado contempla el trabajo para lograr la desnuclearización total de la península coreana; sin embargo, los críticos del acuerdo dicen que no hay especificaciones que presionen a Corea del Norte a ceder. El gobierno de Trump cree todo lo contrario y que las condiciones son muy claras para ambas partes.

Otro punto que acordaron fue garantizar la seguridad de Corea del Norte, eso en parte porque el gobierno de Pyongyang teme que haya un intento por cambiar el régimen o alguna acción militar por parte de Estados Unidos, posibilidad nada descabellada si ambos países están en guerra (técnicamente lo están, como ya se dijo).

Veremos si Estados Unidos cede con Corea del Norte y Kim Jong-un, algo a lo que Trump parece llamarle la atención.