El joven, cuya identidad no ha trascendido, cayó unos 65 pies (casi 20 metros) al vacío cuando trataba de tomarse una foto en el lugar, desde el que suelen avistarse ballenas, sobre las 3:30 de la tarde, dice The Huffington Post.

Según ABC, el fallecido estaba en Australia con otros 15 compañeros, también británicos. El joven, que es la segunda persona que muere al caer de un acantilado en el último mes y medio, hacía parte de un grupo religioso.

Cuando los compañeros del turista no pudieron rescatarlo, llamaron a los servicios de emergencia, que minutos más tarde lo sacaron del agua inconsciente, dijeron oficiales de la Marina.

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Chris Hill, jefe inspector de la policía de New South Wales le dijo a The Sydney Morning Herald que la muerte del joven parece ser un accidente. “Resbaló y cayó por el borde e infortunadamente murió”, dijo.

En un artículo de 2016, El País, de España, ya alertaba sobre la cantidad de personas que morían mientras trataban de hacerse autofotos. En ese momento, el diario ibérico reportó que el rango de edad en el que más fallecimientos de este tipo se presentaban era en personas entre los 20 y los 22 años.

Sin embargo, también hubo muchos fallecidos con edades entre los 17 y los 19 años y entre 23 y 25 años. Ya más cerca de los 30 años, el número disminuía. Pero este caso recuerda que la tendencia de morir por obtener la mejor foto se mantiene.