Durante sus 4 décadas como experto en estudiar diferentes virus, este microbiólogo de 71 años jamás se había enfermado, más allá de una simple gripa, pero el coronavirus acabó con su larga racha de buena salud, destaca el diario inglés The Guardian.
Luego de contagiarse con coronavirus (mostró los primeros síntomas el pasado 19 de marzo), Piot fue hospitalizado por una neumonía severa que casi acaba con su vida, señala el medio, lo que le permite concluir, como paciente recuperado y como experto, que el COVID-19 podría dejar secuelas muy graves en algunos pacientes, particularmente problemas crónicos en riñones y corazón.
Adicionalmente, en esta primera entrevista con un medio después de su recuperación, el experto tiene la esperanza de que cuando se supere la crisis por del coronavirus se alivien las tensiones mundiales en torno a las vacunas y se aproveche para hacer una reforma a fondo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En cuanto a los síntomas que sintió, Piot le refiere a The Guardian que fueron bastante inusuales para lo que se ha visto durante esta pandemia, pues comenzaron por un dolor de cráneo y cuero cabelludo insoportable.
En ese momento (19 de marzo) no tenía tos seca, pero su instinto y experiencia le hicieron pensar que se trataba de coronavirus, por lo cual pensó que le pasaría rápido y siguió trabajando desde casa como asesor de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Más tarde, cuando el malestar fue evidente y ya había presencia de tos, fue llevado al hospital: “Ser hospitalizado después de 40 años de tratar con los virus es algo que no me lo esperaba”, dice Piot en la entrevista.
Y agrega: “Cuatro décadas de combatir los virus y ahora ellos cobran su venganza”, concluye entre risas el científico, que vive en Londres.
Finalmente, el microbiólogo dice que se alegra de haberse enfermado de coronavirus y no de Ébola, cuando estaba en África en el 2014, a pesar de que la posibilidad de morir de uno o de otro virus es similar.