Se sospecha que la banda traficó unas 5 toneladas de cocaína desde Suramérica hacia Alemania, organizado las entregas a través de empresas fantasma, cobrado ayudas por el coronavirus y lavado dinero.

Los cargamentos provendrían, según las autoridades alemanas, de países como Colombia, Panamá, Brasil y México.

Más de 250 personas involucradas en el operativo registraron más de 40 objetivos en Alemania y en el extranjero y llevaron a cabo 14 detenciones. Solo en Berlín fueron detenidos 10 sospechosos, mientras que otro fue detenido en la ciudad alemana de Dortmund.

Otros dos fueron detenidos en Letonia y uno en España. El fiscal superior Günter Sohnrey indicó que los delitos se planificaron y coordinaron en Berlín y sus alrededores.

Según la información, hay 28 sospechosos en total, con edades comprendidas entre los 22 y los 62 años. Entre otras cosas, se les acusa de estar implicados en 9 entregas de cocaína.

La investigación se denominó “procedimiento vigas de acero” porque la cocaína fue ocultada en vigas de acero mediante entregas realizadas por barco, según explicó Martin Steltner, portavoz de la fiscalía de Berlín.

Lee También

Sohnrey añadió que los escondites también habían sido recubiertos de plomo para que no pudieran ser detectados por los procedimientos habituales de rayos X.

Según Steltner, lo que motivó la investigación de 2 años fue el descubrimiento de 690 kilos de cocaína por valor de 140 millones de euros (159 millones de dólares, más de 635.000 millones de pesos) en un contenedor marítimo en el puerto de la ciudad brasileña de Santos en noviembre de 2018. El contenedor iba dirigido a una empresa de Berlín.

(Lea también: “Culpables”, 6 narcos colombianos que traficaron más de 19 toneladas de coca en submarinos)

Los investigadores de la BKA descubrieron posteriormente que los presuntos autores ya llevaban introduciendo cocaína en Alemania a través del puerto de Hamburgo desde al menos 2011, utilizando estructuras muy profesionales, empresas fantasma y datos personales falsos.

Al parecer, también habrían utilizado su red de empresas en varias ciudades alemanas para cobrar subvenciones por el coronavirus. Además, se cree que también blanquearon el dinero obtenido ilegalmente.

De acuerdo con la información, recibieron ayuda para ello por parte de un exoficial del Servicio de Seguridad del Estado de la disuelta República Democrática Alemana y de la sucursal berlinesa de una compañía de seguros con sede en Colonia.