“Como ministro es mi responsabilidad no solo cumplir las reglas, sino dar ejemplo a los demás ciudadanos. En este momento, les estamos pidiendo hacer sacrificios históricos y los he decepcionado. Soy un idiota, entiendo que la gente esté enojada conmigo”, afirmó Clark en rueda de prensa.
De acuerdo con la BBC, el mismo fin de semana que se decretó la medida de aislamiento obligatorio en ese país (25 de marzo), el funcionario se desplazó con su familia desde su residencia en Dunedin hasta la playa Doctors Point.
Debido a esto, Clark decidió presentar su carta de renuncia. No obstante, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, aseguró que lo mantendrá en el cargo, a pesar de saltarse la cuarentena por el COVID-19.
“En condiciones normales lo hubiera despedido. Lo que hizo está mal y no tiene excusas. Pero ahora, la prioridad es nuestra lucha colectiva contra el virus”, manifestó Ardern en un comunicado de prensa.
La mandataria, igualmente, enfatizó que Clark perderá su papel como ministro asociado de Finanzas y “será rebajado a la parte más baja del escalafón del gobierno neozelandés”, por su acto de irresponsabilidad.
“No podemos darnos el lujo de que se perturben y se pierdan todos los esfuerzos que se han hecho en el sector sanitario. Por este motivo y solo por ello, el funcionario seguirá en su puesto”, concluyó Ardern en el documento.
Según el último reporte, en el país oceánico solo se ha presentado una muerte por culpa del virus y hay actualmente 1.160 casos de contagio confirmados, siendo uno de los países menos golpeados por la pandemia.
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