Según Cuba, Colombia posibilitó que Estados Unidos la incluyera en la lista de países que “no cooperan plenamente” en la lucha antiterrorista, por albergar en la isla a una delegación de negociadores de la guerrilla Eln.

La conducta de Colombia “ha servido y facilitado los argumentos para los propósitos agresivos de los Estados Unidos contra nuestra nación y que ha brindado su ‘espaldarazo’ a las infamias estadounidenses”, dijo la cancillería cubana en su comunicado.

El 13 de mayo, el gobierno de Donald Trump sancionó a la isla socialista por negarse a entregar a una delegación del Eln que llegó a La Habana en mayo de 2018 para continuar con las negociaciones de paz iniciadas dos años antes, durante la gestión de Juan Manuel Santos.

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Las conversaciones se detuvieron con la llegada al poder de Iván Duque en agosto de 2018 y se rompieron en enero de 2019, por un atentado del Eln contra la Escuela de Policía en Bogotá, que mató a 22 jóvenes.

Desde entonces, Colombia pide a Cuba que entregue a los negociadores. La isla condenó el atentado, pero aseguró que, como sede y garante, debe cumplir con los protocolos que permiten “el regreso seguro de la delegación guerrillera en caso de romperse el diálogo”.

Cuba ya había rechazado su inclusión en esa lista, que comparte con Irán, Siria, Corea del Norte y Venezuela.

También criticó las afirmaciones del Alto Comisionado para la Paz del gobierno de Colombia, Miguel Ceballos, que consideró la decisión estadounidense como un “espaldarazo” a sus pedidos.

“La presencia de representantes del ELN en nuestro territorio, en la que descansa la acusación estadounidense, no es más que un pretexto endeble y deshonesto, carente de sentido y facilitado por la actitud ingrata del gobierno de Colombia”, sostuvo Cuba.

La Habana deploró “toda manifestación de manipulación y oportunismo político al tratar un asunto tan sensible”.

Cuba recordó que hace un mes su embajada en Washington recibió más de 30 disparos por parte de un hombre al que vinculó con grupos “que incitan a la violencia” contra la isla, hecho que consideró una “agresión terrorista”.

Tras el histórico acercamiento con la administración de Barack Obama, la gestión de Donald Trump incrementó las sanciones económicas y comerciales contra Cuba.

Washington la acusa de apoyar militarmente a Nicolás Maduro en Venezuela y de oprimir a sus ciudadanos, afirmaciones que la isla rechaza.