El pasado 24 de febrero comenzó la invasión rusa en Ucrania y hasta el momento el número de menores heridos en la guerra ha sido cifrado en 444; de los cuales, al menos 243 menores han muerto en Ucrania, según el fiscal general del país. No obstante, estos datos no son definitivos ya que la Fiscalía no tiene acceso a las zonas donde los enfrentamientos están activos o en las que han sido ocupadas por los rusos.

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La región de Donetsk es donde más niños han muerto o han resultado heridos; con un total de 156, mientras en la región de Kiev se han registrado 116 víctimas y en Járkov, los casos suman ya 109. Otras regiones donde se han producido fallecimientos de menores son Chernígov, Lugansk, Jersón, Mykolaiv, Zaporiyia, Sumy y Zhytomir. Sin embargo, 1.888 instituciones educativas resultaron dañadas y 180 de ellos quedaron completamente destruidas, debido a los ataques constantes de Rusia en zonas públicas de Ucrania.

El Ejército ruso se está adentrando en Severodonetsk, con el fin de controlar definitivamente la región de Lugansk. El gobernador regional Serhiy Haidai dijo, “ya se está luchando en las calles de Severodonetsk. El enemigo avanza”. También informó que la “infraestructura crítica de la ciudad ha sido destruida en casi un cien por cien, mientras el 90 % de las viviendas ha sufrido daños y, entre ellas, el 60 % muestran un estado ruinoso”. Respecto a la salubridad dijo “La ciudad está llena de cadáveres rusos, las calles están ardiendo; en el futuro, esto puede provocar el desarrollo de infecciones”.

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El ejército ruso trata de controlar la ruta entre las poblaciones cercanas de Lysychansk-Bakhmut, que ha sido fuertemente bombardeada y es peligroso desplazarse a través de ella. Severodonetsk es la última ciudad en importancia que aún no controlan los soldados rusos en la región de Lugansk.