El colombiano tuvo que ver con un enorme robo de los recursos públicos,  junto al británico Sanjay Shah, un filántropo, inversionista y promotor de espectáculos que reside en Abu Dabi, Emiratos Árabes, según la revista Semana.

Y es que Shah fue aprendíz en los bancos KPMG, BDO y Rabobank, donde conoció un esquema financiero que luego puso en práctica con la firma que fundó, Solo Capital. El modelo consiste en crear operaciones para evitar la doble tributación.

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De acuerdo con el  investigador David Segal, del diario The New York Times, el británico, junto a su socio colombiano desfalcaron al gobierno danés por 2.000 millones de dólares mediante una práctica denominada ‘cum-ex’, con la que accedían y gestionaban devoluciones de impuestos ficiticios.

Al parecer, el inglés se quedó con la mitad del dinero, pero se desconoce la tajada que le tocó al colombiano y a otros involucrados, como 17 ciudadanos estadounidenses que se adjudicaron una gran cantidad de planes pensionales,  sujetos que en muchos casos ni siquiera tenían acciones en empresas danesas por las que aplicaban a la devolución tributaria, agregó Semana.

La labor de Vargas fue fundamental cuando se descubrió que SKAT, la oficina de impuestos danesa, muchas veces no verificaba la realidad de las operaciones, cosa que fue aprovechada por el colombiano, quien se acercó hasta el danés Sven Nielsen, supervisor de SKAT, se ganó su confianza hasta que en 2014 le enseñó cómo gestionar los formularios de reclamo de devoluciones de impuestos.

El colombiano, cuyo familiares han ocupado cargos de peso en la rama judicial, según El Espectador, perfeccionó la táctica y logró estafar al gobierno danés hasta alcanzar un desfalco, que en 2015 llegó a ser de 3 millones de dólares por hora.

Y aunque Dinamarca aún no formula cargos penales contra Shah y Vargas, Semana asegura que tanto el británico como el colombiano se encuentran en la mira de  la justicia de ese país.