Este 4 de noviembre, los pasajeros del vuelo 512 de United Airlines vivieron momentos de tensión cuando se reportó la presencia de una posible bomba a bordo. Ante la amenaza, el capitán tomó la decisión de realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, ubicado en las cercanías de Washington, Estados Unidos.
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De acuerdo con información de medios locales, el avión fue evacuado de la pista y videos publicados en redes sociales mostraron que los pasajeros también abandonaron el lugar. Esto, después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) confirmara la interrupción de las operaciones y de que se diera la orden de ‘ground stop’ por parte de las autoridades federales.
“La FAA está al tanto de un posible problema de seguridad en un avión en el aeropuerto Reagan. Los pasajeros han sido desembarcados y el avión se encuentra alejado de la terminal mientras se lleva a cabo la investigación,” dijo la FAA al respecto.
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La dramática escena también dio para que los aviones que estaban cerca de la amenaza, se desviaran de la pista, sumado a que los despegues y aterrizajes también fueran suspendidos, lo que también colapsó la red de vuelos, teniendo en cuenta la alta densidad de tráfico en el aeropuerto.
“Todas las operaciones de vuelo se están manteniendo en Reagan National (DCA) mientras los pasajeros de un vuelo de United Airlines están siendo desembarcados y trasladados en autobús a la terminal”, dijeron directamente desde el aeropuerto.
Pese a que la emergencia fue descartada y no duró mayor tiempo, más de 60 vuelos tuvieron retrasos con demoras de hasta más de una hora. La interrupción de las operaciones fue total ante la alerta.
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