
Este lunes 19 de mayo, en una decisión inesperada, el gobierno venezolano anunció la suspensión de los provenientes desde Colombia durante un periodo indeterminado.
(Vea también: Preocupación en Colombia: decisión de Trump contra Venezuela repercutiría duro en el país)
En una rueda de prensa, Diosdado Cabello —ministro de Relaciones Interiores— indicó que todo se basó en un supuesto “plan terrorista” para introducir mercenarios al país con el propósito de provocar violencia durante las elecciones del próximo 25 de mayo.
Según sus declaraciones, las autoridades venezolanas habrían detenido a 38 personas, de las cuales 17 son extranjeros y 21 venezolanos, incluyendo explosivistas, coyotes (traficantes de personas) y mercenarios.
Pero lo que más llamó la atención de su intervención fue lo que dijo sobre la captura de un ciudadano albanés, ya que fue clave para que optaran por prohibir el ingreso de cualquier vuelo proveniente de Colombia.
“Recientemente, se captura a un ciudadano cuyo origen es albanés y tiene nacionalidad colombiana. Nosotros comenzamos a jalar la cuerda y el señor está reclamado como narcotraficante internacional. Casualmente en Colombia no saben nada, y no saben nada pese a que tiene porte de armas colombiano. Porte de armas del gobierno colombiano”, indicó Cabello.
Acá, el momento en el que lo dijo (minuto 14:21):
“Este ciudadano, cuando es capturado, intentó comprar a los funcionarios, se puso muy violento y tuvimos que someterlo, evitando hacer uso de armas de fuego. Se volvió como loco y fue capturado por la vía de la fuerza […]. Tenía reservación en un hotel de Caracas, y ese pago fue hecho desde Estados Unidos”, agregó el segundo al mando del régimen venezolano.
Acá, el permiso de porte de armas que mostró Diosdado Cabello y que, al parecer, pertenecía al ciudadano albanés, quien, según el gobierno de ese país, tendría objetivos criminales.

¿Qué hay detrás de la decisión de los vuelos entre Colombia y Venezuela?
La suspensión de los vuelos y las declaraciones de Cabello parecen responder a una combinación de factores políticos, estratégicos y de narrativa gubernamental en el contexto de las elecciones venezolanas de mayo.
Y es que dichas elecciones son un momento crítico para el gobierno de Nicolás Maduro, cuya reelección en 2024 fue cuestionada por la oposición y varios países debido a acusaciones de fraude electoral.
Cabello, una figura central del chavismo, ha utilizado discursos sobre amenazas externas y conspiraciones para justificar medidas de seguridad drásticas, como la suspensión de vuelos. Esto refuerza la narrativa del gobierno venezolano de estar bajo ataque, lo que puede servir para consolidar el apoyo interno y desviar la atención de críticas a la legitimidad del proceso electoral.




Las relaciones entre Venezuela y Colombia han sido históricamente tensas, con altibajos durante el gobierno de Gustavo Petro. Cabello ha acusado repetidamente a Colombia de ser un centro de operaciones para desestabilizar a Venezuela, incluyendo afirmaciones de que figuras como los expresidentes Álvaro Uribe e Iván Duque han protegido a grupos criminales como el Tren de Aragua para perjudicar al régimen venezolano.
La suspensión de vuelos puede ser una medida para presionar al gobierno colombiano o para proyectar una imagen de control soberano frente a supuestas amenazas desde Colombia.
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