Las medidas tarifarias de Estados Unidos son “totalmente inaceptables”, dijo el primer ministro Justin Trudeau en una conferencia de prensa.

“Estos aranceles son una afrenta a la larga sociedad en seguridad entre Canadá y Estados Unidos y, en particular, son una afrenta a los miles de canadienses que pelearon y murieron juntos a sus hermanos estadounidenses en armas”, dijo Trudeau.

El líder canadiense aludió de esa forma a la invocación a la seguridad nacional usada por Washington para justificar las medidas tarifarias.

Los aranceles canadienses, que según la ministra de Exteriores, Chrystia Freeland, serán proporcionales a los de Washington, recaerán sobre el acero y el aluminio de Estados Unidos y en otros productos.

Al mismo tiempo, Canadá impugnará la medida estadounidense ante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la Organización Mundial de Comercio, dijo Trudeau.

El toma y dame entre los vecinos llega tras nueve meses de negociaciones que incluyen a México para reformar el TLCAN por exigencia de Estados Unidos.

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Washington le había dado a Canadá y México una exención en los aranceles para dar tiempo a negociar mejoras en el tratado.

Sin embargo, Washington rechazó la última oferta de sus vecinos de incorporar más piezas estadounidenses en los autos fabricados en el área pero a cambio de que Estados Unidos dejase de lado otras demandas.

Trudeau dijo que la semana pasada habló con el presidente Donald Trump y le ofreció viajar a Washington para solucionar los detalles finales del TLCAN porque estimó sobre la mesa hay ideas que benefician a todos.

Sin embargo, el vicepresidente Mike Pence lo llamó para poner como condición que en esa reunión en Washington se incorporase la llamada “claúsula crepuscular” por la cual el TLCAN caducaría cada cinco años para volver a ser actualizado. Esa idea es considerada inadmisible por México y Canadá.

Trudeau dijo que le contestó a Pence que “no hay posibilidad alguna de un primer ministro canadiense firme un TLCAN que incluya la cláusula crepuscular”. “Obviamente, la visita no ocurrió”, añadió Trudeau

El mes pasado y este jueves más temprano, Ottawa también anunció medidas para impedir el transbordo de acero y aluminio en el mercado de América del Norte con la esperanza de que con eso satisfaría a Estados Unidos y se evitaría una guerra comercial.

Pero las esperanzas se desvanecieron cuando poco después el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, anunció aranceles del 25 % al acero canadiense y de 10 % al aluminio.

Freeland señaló que Estados Unidos tiene un superávit de 2 mil millones de dólares en el comercio de acero con Canadá y que prácticamente la mitad de toda la exportación de acero estadounidense se destina a Canadá.