En la ceremonia religiosa, que combinará rituales de más de 1.000 años de historia con arreglos modernos, el rey será coronado con la joya de San Eduardo, de 1661, pero, ahora hay dudas sobre cuál corona recibirá Camila, su esposa.

En teoría, la nueva reina consorte debería recibir la ‘corona de la reina madre’, una pieza creada en 1937 para la reina Isabel, esposa del rey Jorge VI y madre de Isabel II, pero, al parecer, la misma podría representar algunos problemas.

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Se trata de una joya que posee 2.800 diamantes, y su cruz frontal sostiene el famoso diamante Koh-i-Noor, una de las piedras preciosas talladas más grandes del mundo, que fue “obsequiada” por India en el siglo XIX a la reina Victoria, pero que para los indios fue robada.

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“Garantizar que Koh-i-Noor permanezca al frente y en el centro a la vista del público de esta manera va en contra de cualquier intento de la familia real y las ortodoxias políticas de trazar una línea bajo el despojo, el prejuicio, el saqueo y la explotación que se deleitaba el imperialismo”, dijo Saurav Dutt, autor y comentarista político al periódico The Daily Mail.

Por su parte, William Dalrymple, autor de un libro sobre el diamante, señaló al mismo medio que, usar esa corona “es una granada diplomática masiva”. “El diamante ha sido reclamado por Pakistán, Bangladesh, Afganistán y también por los talibanes. Es una piedra enormemente sensible y muy reclamada. Le importa a un gran número de personas y ha seguido siendo muy controvertido desde que murió la reina”, agregó.

La corona, que ahora forma parte de las joyas de la corona que se exhiben en la Torre de Londres, salió por última vez para descansar sobre un cojín de terciopelo que se colocó sobre el ataúd de la reina madre, fallecida el 30 de marzo de 2002.

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¿Por qué dicen que el diamante Koh-i-Noor está maldito?

De acuerdo con historiadores, el diamante Koh-i-Noor, de 105,6 quilates, fue propiedad de numerosos gobernantes asiáticos a lo largo de los años, y según una leyenda, los reyes que han usado la piedra tuvieron muertes prematuras y trágicas.

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El diamante habría sido encontrado, originalmente, en las minas Golconda de la India en el siglo XIV, y por alguna razón, la desgracia caería sobre todos los hombres que lo poseyeran.

“El diamante pasó de dinastía en dinastía en los reinos de príncipes mogoles, guerreros iraníes, gobernantes afganos y los maharajás punyabíes después de muchos combates y derramamiento de sangre, y luego del final de la Segunda Guerra Anglo-Sikh y la anexión del Reino de Punjab, los tesoros fueron confiscados para Gran Bretaña”, según reseñó Perfil.