Tan pronto entró a su casa, la mujer llamó a su perra, pero pronto se dio cuenta de que algo pasaba, pues Hollie no aparecía por ningún lado, informó Birmingham Live.

Al salir al patio, la británica vio que a su mascota no solo la habían decapitado, sino que también le habían cortado una pata que aún colgaba de su cuerpo, indicó el medio.

“Nada pude prepararme para lo que encontré; fue horrible y muy perturbador”, manifestó Andrea, en entrevista con ese periódico.

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La mujer también señaló a ese diario que desde ese momento le cuesta dormir y que aún no puede creer que el cuerpo de Hollie haya sido “destrozado de una manera tan terrible”.

“Algunas personas dirán: ‘Es solo un perro’, pero ella era mi familia. Llevábamos 13 años juntas, era suave como una bolsa llena de gatitos, todo lo que quería era ser consentida, amada y alimentada”, añadió la mujer.

Adam Bailey, inspector de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés), indicó a Wales Online que no había rastros de sangre en el patio de Andrea, lo que sugiere que a Hollie la raptaron y la mataron en otro lugar.

El hecho se registró el pasado 19 de mayo y tanto la RSPCA como la policía aún investigan quién o quiénes están tras este aberrante caso, concluyó el medio.