La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud, indicó en un comunicado que las pruebas de la vacuna, elaborada a partir de “cepas inactivas” del patógeno, servirán para “evaluar su seguridad y eficacia” en la inmunización contra el coronavirus.

Según la previsión inicial de la entidad, los ensayos se llevarán a cabo en los estados de Sao Paulo, el más azotado en Brasil por la pandemia, Rio Grande do Sul, Minas Gerais Paraná y en la capital del país, Brasilia.

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El centro de investigación Instituto Butantan, por su parte, confirmó que coordinará los estudios luego de llegar a un acuerdo con el laboratorio chino para ejecutar la tercera y última fase de las pruebas clínicas del tratamiento.

El pasado 23 de junio, de igual manera, comenzaron en el gigante suramericano los ensayos en humanos de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y la compañía farmacéutica AstraZeneca.

A pesar de que las pruebas no han terminado, el Ministerio de Salud de Brasil anunció un acuerdo con el centro educativo que le permitirá producir en masa el antídoto. Además, recibirán cerca de 100 millones de dosis.

Shankar Kurhade

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La cartera reconoció que se trata de una inversión de alto riesgo debido a que la vacuna, que es una de las más prometedoras, aún está en su tercera fase de pruebas clínicas y su eficacia todavía no ha sido comprobada.

Brasil, con 63.174 muertes asociadas al coronavirus y 1,5 millones de casos de contagio confirmados, es el actual epicentro de la pandemia y el segundo país más afectado en todo el mundo, después de Estados Unidos.