“Algunos gobernadores, creo, aunque puedo estar equivocado, toman medidas que van a perjudicar y mucho a nuestra economía”, manifestó el mandatario en una entrevista, en alusión a las restricciones de circulación ya impuestas en casi todos los 27 estados del vecino país.

Bolsonaro, quien llegó a considerar el coronavirus como una “fantasía” alimentada por la prensa, lamentó que esa “histeria” con la pandemia golpee a la economía de Brasil en un momento, que según él, comenzaba a recuperarse de la honda recesión de 2015 y 2016.

El jefe de Estado, además, prometió realizar una “gran fiesta” el próximo 21 de marzo, para celebrar sus 65 años de edad. “Vamos a organizar un festejo tradicional. Mi cumpleaños es el 21 y el de mi mujer (Michelle), el 22. Tenemos dos días de festividad”, agregó.

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Las declaraciones del presidente se producen después de la intensa polémica que provocó por haber alentado y participado el pasado domingo en una marcha, haciendo caso omiso a las recomendaciones sanitarias.

Las arengas y la actitud del mandatario van en contra de las medidas impuestas por el  propio ministerio de Salud de Brasil y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que piden evitar aglomeraciones que aceleren la propagación del patógeno.

“La vida sigue. No es necesario tener esa histeria. No quiere decir que porque haya una aglomeración de personas por aquí y por allí haya que criticarlo”, puntualizó el gobernante.

Jair Bolsonaro

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Bolsonaro, por otro lado, se realizará una segunda prueba clínica para detectar el coronavirus, a pesar de que dio negativo el pasado viernes, cuando lo celebró en las redes sociales con un gesto que evocó a un corte de mangas.

De acuerdo con el ministerio de Salud, en Brasil se ha registrado hasta el momento una muerte por culpa del COVID-19 y más de 234 casos de contagio confirmados, de los cuales 31 son en Río de Janeiro y 152 en Sao Paulo.