Victoria, donde viven más de 6,6 millones de personas, registró un récord de 127 nuevos contagios confirmados de coronavirus en las últimas 24 horas. El virus, al parecer, se propagó por Melbourne.

Por lo menos 16 de los infectados se detectaron en nueve torres de viviendas públicas, donde 3.000 residentes fueron mantenidos en sus hogares, en la respuesta más estricta para controlar la pandemia del COVID-19 en el país oceánico hasta la fecha.

Daniel Andrews, primer ministro de ese estado, aseguró en rueda de prensa que decretar el confinamiento es la medida correcta en este momento, “dados los importantes desafíos que enfrentarán para contener virus”.

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Después de semanas de aliviar las restricciones, en Melbourne aumentó considerablemente la transmisión del virus, lo que ha llevado a los funcionarios de salud a aislar de manera efectiva algunos vecindarios de la ciudad hasta finales de julio.

Las autoridades australianas, igualmente, anunciaron que a partir de la medianoche de este lunes la frontera entre Victoria y Nueva Gales del Sur quedará cerrada, para evitar la propagación del COVID-19.

La población conjunta de estos dos estados es de 13,9 millones, aproximadamente, lo que supone más del 50 % del total de Australia. Los planes para reabrir este corredor han quedado por el momento para un futuro no definido.