El hombre, que ya estaba jubilado, organizaba y asistía a masivas marchas contra la cuarentena en Buenos Aires, creyendo que el coronavirus no lo iba a tocar, informó Infobae.

“De los 90 días que vivió en cuarentena, unos 85 habrá estado en la calle” aseguró a Página 12 Marita Riera, una prima de Ángel José. La mujer añadió que, además de asistir a masivas protestas, el anciano “salía a caminar, charlaba con la policía, charlaba con los compañeros de su partido político, pero nadie le decía ‘tenés que quedarte adentro’”.

De acuerdo con el relato de Marita al diario argentino, la vez que se enteró de que su primo se la pasaba yendo a movilizaciones contra la cuarentena en pleno aislamiento, ella misma le sugirió que no se quejara en caso de que algo le pasara:

“Estaba muy enojada, al punto de decirle que si le llegaba a pasar algo, que deje una notita declarando que no iba a ocupar una cama de terapia intensiva”.

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En entrevista con Infobae, la mujer aseguró que, a principios del mes pasado, el jubilado asistió a una concentración en el Obelisco —monumento histórico de Buenos Aires— y una semana después la llamó para contarle que se había contagiado de coronavirus.

En la noche del pasado 15 de junio, el hombre falleció en su casa mientras hablaba por teléfono con una compañera del partido político Propuesta Republicana, indicó el portal.

Marita le contó al mismo medio que su primo tenía varios grupos en Facebook desde donde convocaba a las marchas anticuarentena y que ninguno de sus adeptos le sugería quedarse en casa, pese a su avanzada edad.

Ella también indicó que el jubilado murió creyendo que el COVID-19 “era un resfrío como cualquiera”:

“Se murió pensando que tenía una alergia, aunque se asustó un poco cuando me dijo ‘me la pesqué'”.