McCluskey, de 21 años y nacida en Pullman, Washington (EE. UU.), le había informado a la policía de la universidad sobre mensajes amenazantes por parte de Melvin Rowland, relata CNN.

La estudiante le contó a las autoridades que había enviado 1.000 dólares (3 millones de pesos), con “la esperanza” de mantener las fotos en el anonimato.

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McCluskey ya se había comunicado con la policía hasta 12 veces antes de su asesinato y le habían asignado un detective para hacer el seguimiento y presentar cargos por posible extorsión sexual, detalla el medio estadounidense.

El presidente de la Universidad de Utah expresó que harán una “revisión totalmente independiente de la universidad, tanto del equipo de trabajo de seguridad del campus como del trabajo de nuestro departamento de policía con expertos independientes”, en declaraciones recogidas por CNN.

El responsable del crimen, Rowland, se suicidó horas después de una persecución policial.