Dos mujeres, hermanas, con residencia española, fueron asesinadas. Urooj Abbas, de 21 años y Anisa Abbas, de 23, fueron asesinadas por negarse a llevar a sus ‘esposos’ a Europa. Las dos hermanas fueron casadas a la fuerza en Gujarat, un distrito de la provincia de Punjab, cerca de la India. La policía de Pakistán detuvo el domingo 22 de mayo a seis hombres, integrantes de la misma familia que había obligado a las mujeres a casarse.
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Las mujeres tenían ciudadanía europea y vivían en la localidad de Terrassa en Barcelona. La tortura y asesinato de las dos hermanas se dio después de que se negaran a cumplir las exigencias de la familia: llevarse consigo a los dos maridos. Ellas además de negarse pidieron el divorcio. Esto provocó la ira de los hombres. El asesinato se dio el viernes en la noche.
Ambas fueron engañadas para regresar a Pakistán “por unos pocos días”, en compañía de su madre, Azra Bibi. Ese fue el señuelo. Pero los planes de la familia era arrebatarles su dignidad de sujeto de plenos derechos. Las asesinaron sus suegros, sus maridos y al mismo tiempo primos: Atiq y Hasan, y sus hermanos: Shehryar y Asfandyar.
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Según se sabe a este tipo de crímenes en Pakistán se les conoce como crimen de honra o crímenes de honor. Que consiste en asesinar a un familiar cuando este supuestamente le ha quitado la honra a la familia, generalmente son las mujeres las que mayormente sufren estos asesinatos. La madre de las mujeres intentó detener la infamia pero fue encerrada en una habitación mientras escuchaba la agonía de sus hijas. Aún así trató de proteger a los verdugos de las mismas.
El pueblo donde sucedieron los atroces hechos fue Kharian. Las autoridades fueron las encargadas de presentar los cargos porque la madre de las dos mujeres no se atrevió a hacerlo, a pesar del gran dolor que estaba sintiendo.
“Las hermanas fueron asesinadas por honor”, explicó Hassan. Los llamados crímenes de honor suelen implicar a varones de una familia que consideran que otro miembro, generalmente una mujer, los ha deshonrado. La madre había viajado con Anisa y Uruj a Pakistán. Pese a que trató de evitar su asesinato, una vez consumado evitó denunciar a los familiares.
Ante su negativa, las dos hermanas habrían sido torturadas el viernes por la noche en casa de sus tíos -a la postre “suegros”- por varios de sus parientes. Singularmente por sus hermanos, Shehryar y Asfandyar, así como por varios primos, entre ellos sus “maridos”, Atiq y Hasan. La madre, que intentó interceder, fue encerrada en una habitación, desde donde escuchó la agonía de sus hijas, aparentemente estranguladas. Luego fueron rematadas de un tiro por su tío Mohamed, que se dio a la fuga.
El mal llamado “crimen de honra” tuvo lugar en el pueblo de Kharian, en el distrito punyabí de Gujrat. Ayer domingo, seis de los implicados fueron detenidos, algunos al parecer gracias a la localización de sus teléfonos móviles, y encerrados en un calabozo. Como la madre de las chicas se ha negado a denunciar a sus parientes, aún calificándolos de “alimañas”, ha sido la propia policía la que ha recibido la orden de presentar cargos.
No está claro el paradero del padre, Ghulam Abbas, al que algunos creen recordar hace muchos años, despachando en el Raval de Barcelona. Pero la madre ya ha expresado su voluntad de volver a España lo antes posible.
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