De acuerdo con una publicación en Facebook de la policía de Lecco, el curioso suceso en la tarde del pasado jueves 8 de abril. Dos oficiales llegaron a la casa de la nonagenaria, nacida en 1927, y desde el principio se percataron de que no había ocurrido ningún robo.

Ersilia, explicaron los agentes, simplemente quería tener compañía porque se sentía muy sola y “quería encontrar a alguien con quien poder desahogarse externando toda su tristeza y soledad”, señaló el cuartel de la policía de Lecco.

La anciana de 94 años les dijo que vive sola porque sus hijos ya fallecieron y sus nietos están en otras ciudades de Italia. La mentira piadosa llegó como un último de estar acompañada en su casa antes de irse a vivir a un ancianato.

Los policías, identificados como Antonio y Carmelo por el diario Corriere della Sera, entendieron desde el principio la situación y se quedaron con ella hablando un rato, para darle un poco de tranquilidad y compañía.

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“Se sentía sola, quería alguien con quien hablar. Paramos con ella, la alentamos y la consolamos. Dijo que habían entrado los ladrones pero no faltaba nada en la casa, todo estaba en orden. Luego comenzó a recordar episodios del pasado. Finalmente encontró la fuerza de confiar su dolor por su inminente internación en el asilo de ancianos y en ese momento entendimos que nada había sido robado. Ella solo necesitaba nuestro consuelo”, dijo Carmelo al ese medio.

Las palabras de la anciana y su condición de profunda soledad tocaron el corazón de los policías, tanto así que a la mañana siguiente regresaron para ver cómo estaba e incluso llegaron con unos pastelitos de regalo. La alegría por esta visita inesperada le sacó una sonrisa a Ersilia, la cual manifestó toda su gratitud y agradecimiento por la atención demostrada.

Según Corriere della Sera, la nonagenaria volvió a llamar a la estación de policía, pero en esta ocasión estaba buscando a sus nuevos amigos Antonio y Carmelo porque quería que fueran de nuevo a su casa, pues les había cocinado un postre.