Luego del hallazgo, medios locales revisaron la biografía de Quezada y revelaron que estuvo investigada por la muerte de su hija de 4 años en Burgos, dos décadas atrás. La niña cayó de una ventana. “Entonces se concluyó que fue un accidente”, cita la BBC.

La búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, desaparecido el 26 de febrero en un pueblo cercano a Almería, había movilizado a un millar de agentes, bomberos y voluntarios.

Gabriel Cruz estaba en casa de su abuela, en la localidad de Las Hortichuelas, cuando salió para ir a jugar a casa de un amigo, no lejos de allí. No fue visto desde entonces.

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Tras su desaparición, la policía y voluntarios rastrillaron las áreas rurales de los alrededores, a pie y a caballo, con helicópteros y drones, tratando de localizarlo, detalla la Agencia Francesa de Prensa.

Quezada cayó en la trampa

La Guardia Civil española había empezado a sospechar de la mujer, debido a comportamientos erráticos. En un interrogatorio, le hicieron creer que estaban próximos a encontrar el cuerpo de Gabriel, reseña la BBC.

Quezada recuperó entonces el cadáver, lo envolvió en una manta y lo escondió en su auto, sin saber que “decenas de guardias civiles la vigilaban de incógnito y fotografiaban”, relata el medio británico.

Una vez detenida, lo negó todo:

“No he sido yo, he cogido el coche esta mañana”

Las autoridades españolas temen que Quezada, de origen dominicano, esté involucrada en otros casos.

Con: AFP