Dos explosiones se presentaron en Kabul (Afganistán) tres días después del sangriento atentado en el aeropuerto internacional. La primera fue provocada por el ataque de un dron estadounidense contra un vehículo en el que viajaban supuestos miembros del Estado Islámico, mientras que la segunda se registró tras el impacto de un cohete contra una vivienda.
“El automotor suponía una amenaza inminente contra el aeropuerto de Kabul y que, por tanto, el ataque se hizo en defensa propia. Estamos seguros de que alcanzamos con éxito el objetivo”, dijo Bill Urban, portavoz del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM).
Una vez que el dron impactó contra el coche, hubo “explosiones secundarias significativas”, lo que indica que el vehículo transportaba “una cantidad sustancial” de material explosivo, agregó el funcionario.
Los talibanes, por su parte, informaron que se trató de dos incidentes separados y que se desconoce si existe algún tipo de relación. Ambos ocurrieron cerca de la terminal aérea y se producen en un momento de máxima tensión debido a que Estados Unidos alertó de “amenazas creíbles” contra el aeródromo.
De acuerdo con el grupo extremista, la segunda explosión se produjo cuando un cohete disparado desde un lugar desconocido impactó contra una casa en una zona residencial en el PD-15, cerca del aeropuerto.
En este ataque, que no está siendo investigado hasta el momento, seis personas murieron en el lugar de los hechos, varios de ellos niños, y cinco más han sido trasladadas a un centro médico con heridas graves.
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