El tráfico de la capital volvió hoy a las calles con ciudadanos que intentan mantener sus rutinas, después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyera el domingo dejando la nación en manos de la insurgencia, mientras los aliados internacionales aceleran su salida del país. 

Esta mañana en varias calles de la capital, en el segundo día de control insurgente luego de la toma de la capital el domingo, agentes de tráfico volvieron a ser vistos cumpliendo sus funciones, y el personal de hospitales y centros de atención reasumieron sus labores de servicio. 

Ante el temor de que los empleados del derrocado Gobierno de Ghani fueran vistos como traidores a los ojos de los talibanes, los líderes políticos de la insurgencia han asegurado que todos pueden volver a su vida normal y que “han sido perdonados”.

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La situación en Kabul está bajo control. Se han arrestado a algunas personas que han estado involucradas en fechorías”, dijo en un mensaje el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid. 

En un mensaje dirigido a los combatientes talibanes, el comandante talibán Sayyid Mawlawi Muhammad Yaqoub, dijo que no se permite entrar a la casa de nadie o confiscar bienes del gobierno. 

“La recepción de los artículos será asunto de las autoridades competentes”, indicó al tiempo que medios locales y periodistas reportaban de requisas y registros a transeúntes y viviendas. 

Vídeos difundidos por los talibanes muestran reuniones entre “uno de los eruditos más destacados” del movimiento, dirigiéndose al personal médico del hospital, incluidas mujeres, “para llevar a todos a sus puestos de trabajo y hacer su trabajo con normalidad”, según los insurgentes. 

Asimismo, aseguraron que han garantizado la seguridad de misiones diplomáticas y humanitarias en el país, con una protección superior a la ofrecida por el Gobierno al que derrocaron en los últimos días. 

Los talibanes anunciaron una amnistía general para todos los funcionarios del Estado, a los cuales exhortaron a volver a trabajar normalmente, dos días después de haber tomado el poder en Afganistán. 

“Se decretó una amnistía general para todos (…) por lo tanto deben retomar su vida cotidiana con total confianza”, anunciaron los talibanes en un comunicado. Desde que entraron en Kabul el domingo, luego de una ofensiva rapidísima que en solo 10 días les hizo controlar casi todo el país y provocó la huida del presidente Ghani, los talibanes han multiplicado gestos que quieren ser tranquilizadores.