El pequeño, de 10 años, salió disparado en la parte baja del tobogán y rodó varios metros sobre una superficie de concreto, sufriendo heridas menores en sus brazos, piernas y espalda.

Aunque el hecho ocurrió el pasado 27 de mayo, las imágenes reaparecieron este martes, cuando los padres del menor decidieron interponer una demanda contra Dublin (una pequeña ciudad cercana a San Francisco) y el fabricante del tobogán, ‘WhiteWater Industries’, registra NBC Bay Area.

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El parque permanece cerrado desde hace cinco meses y aún no ha pasado las pruebas de seguridad para ser reabierto al público.

En un comunicado citado por NBC, la administración de Dublin reveló que intentó un arreglo amistoso con la familia: “Sin embargo, el abogado de la familia se ha negado a proporcionar información sobre las lesiones familiares que serían necesarias para resolver el reclamo”.