Quedan pocos días para que ruede la pelota en Catar, y es por ello que van saliendo a la luz historias de aficionados que viajaron hasta Medio Oriente para cumplir el sueño de ver a la Selección de su país en un Mundial.
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Es el caso de Lucas Villarroel, hincha argentino que contó ante la televisión de su país la travesía que hizo para llegar hasta ese país asiático y sobrevivir con apenas mil euros, es decir, más de 4 millones de pesos colombianos.
Mundial Qatar 2022: argentino revela truco para sobrevivir con poco dinero
Villarroel habló con TyC Sports y contó que desde hace un mes y medio salió de Argentina, recorriendo cerca de 24.000 kilómetros, hasta llegar a Catar.
En su viaje, el joven argentino confesó que perdió tres vuelos, pero, finalmente, el 7 de septiembre aterrizó en Doha, capital de Catar.
“Primero paré en Perú y luego hice Madrid, Barcelona, París y Turquía. Llegué acá el 7 de septiembre. Me vine temprano porque yo no tenía tickets. El 1 de agosto ya estaba en Madrid. Perdí tres vuelos y así estamos”, precisó.
Para sobrevivir en un país con un alto costo de vida, Villarroel explicó que ha pasado días sin dormir, yendo de lado a lado para no provocar sospechas en las autoridades.
De hecho, contó que pide comida en las calles, frecuenta restaurantes para dormir y conectarse a Internet, y bebe agua en las fuentes que hay en las plazoletas.
Los mil euros que tiene trata de no tocarlos, ya que espera utilizar gran parte de este dinero para comprar la boleta de la final del Mundial.
“Acá llegué con mil euros. Estuve tres días sin dormir porque me echaban. Pedí comida, hospedaje, acá hay fuentes de agua. Quiero aguantar hasta el final para ver si puedo conseguir un ‘ticket’ para la final. Hay que hacer el esfuerzo porque la recompensa va a ser linda. Comer es barato, pero el tema del hospedaje sale caro“, dijo.
Finalmente, el joven gaucho explicó que peleó con su novia y vendió un carro de su abuelo para conseguir la plata para viajar al Mundial. Su mayor motivo es ver a Lionel Messi en la gran final de la Copa del Mundo.
“Vine por todo lo que representa Scaloni, la Scaloneta, Leo Messi. Discutí con mi novia. Tenía una camioneta antigua que me había dejado mi abuelo. La vendí, ya no me importaba nada. Arranqué en caliente porque decía que ‘no quería estar más acá”, finalizó.
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