“Me hicieron exámenes y me dicen que tengo el tejido adiposo muy grueso, que por eso se inflama y debo hacerme una cirugía porque mi pecho va a empezar a deformarse. Ahí es donde me entra esa ‘goma’ de decir ‘si me van a anestesiar para hacerme eso” me voy a realizar otra operación. “Quería verme mejor”, dijo la mujer de 47 años al programa de Caracol Televisión. Decidió, además de la intervención por salud, hacerse una lipoescultura.
En un centro estético en el que se había hecho un maquillaje permanente, le recomendaron contactar al cirujano plástico Ignacio Soler, quien, según ella, aceptó intervenirla. De acuerdo con la Secretaría de Salud, citada por La Red, el especialista“no está activo como profesional independiente en en el Registro Especial de Prestadores de Salud REPS. Estuvo habilitado del 21 de julio de 2010 hasta el 30 de enero de 2015”.

El procedimiento que le practicaron a Galeano afectó terriblemente su salud, aseguró:
“Me entraron a una ‘piecita’, me dicen ‘colóquese esta bata, este gorrito’. Me canalizan rápido, me dicen que les firme el consentimiento. Eran, más o menos, las 10 de la mañana. Me acuestan en la camilla, me colocan las manos en la camilla. El señor coge una jeringa grande, la llena de un líquido blanco y me la pone cerquita adonde estoy canalizada (en el brazo). Yo ‘pego’ 3 gritos. Cuando me colocó la anestesia, yo sentí que me iba y daba botes en la camilla”.
“Desperté entre luz y noche. Me acordé que estaba en una clínica y me habían hecho unas cirugías estéticas. Muy rápido llegaron las enfermeras. Yo quedé con la cabeza pegada a las rodillas. Sentía como si mi espalda hubiera quedado inmóvil. Para mí eso fue algo muy traumático, quedé en shock”.
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Ya en casa, la mujer se desesperó porque le dolían mucho los senos y su cuerpo no se veía como ella esperaba (tenía el estómago inflamado). Se lo comentó al médico y este se limitó a decirle que lucía hermosa:
“Cuando salí de allá, lo primero que me dolía era el seno izquierdo, me dolía mucho. Se calma el dolor y me pasa a arder y a doler el seno derecho. Yo sentía que se me explotaba”.
“Le decía ‘doctor, pero es que cómo me va a quedar el estómago como me quedó, no le veo estética’. ‘Ah, no, tranquila, no te preocupes, así estás preciosa. Quedaste muy bien, colócate un bikini’. Unas cosas que no tienen nada que ver con una persona profesional”.

Los días pasaron y su salud continuó empeorando, así que recurrió a su hijo, el cantante de música popular Yeison Jiménez, quien pagó las cirugías.
“Me abre la puerta y está encogida. No sabía que no se podía enderezar. Y yo ‘mamá, ¿qué pasó?’. Se puso a llorar. ‘Mijo, me estoy sintiendo muy mal’, y yo ‘muéstreme’. Cuando me muestra, tenía la barriga así (muy inflada). ‘Pero, mamá, ¿a usted no le hicieron una hipectomía, una lipoescultura? Eso no tiene cara de nada de eso”, indicó el artista.
Preocupado, el intérprete acudió al cirujano plástico y este se negó a operar nuevamente a su madre y le dio una respuesta aterradora:
“‘Doctor, para mí eso no es una cirugía estética, pero no quiero entrar en discusiones con usted. Lo más sano es hacer un acuerdo’. Él me dice ‘póngame al cirujano que usted quiera al frente y que me diga por qué mi cirugía está malhecha’. Yo dije ‘doctor, yo no soy cirujano, le digo que está malhecha porque no se ve como una cirugía estética’. Me dice ‘mire, haga lo que quiera, no es el primer muerto ni la primera demanda’”.
Por ello, el músico llevó a su madre adonde otro especialista y, junto con ella, interpusieron una demanda en su contra por lesiones personales:
“Gracias al Señor tenía y he tenido con qué responder por mi mamá, porque cuando la llevé adonde otro cirujano muy reconocido me dijo ‘yo no la toco’. El cirujano que la está tratando le ha hecho 3 intervenciones. Y me dice ‘esto es un milagro, su mamá estaba mal’”.
“No quiero que esto le pase a otra persona que no tenga los recursos y que le toque morirse en una cama por la irresponsabilidad de una persona así”, añadió.
Sobre la demanda, Galeano manifestó que con esta busca que Soler “acepte el daño que me hizo. Lo hago público para que no le siga haciendo daño a las personas, así tan irresponsable”.
Ahora, la mujer y su hijo esperan recibir la fecha de conciliación por parte de la Fiscalía, con el fin de intentar llegar a un acuerdo con el cirujano.
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