Aunque actualmente es uno de los actores más acaudalados en Colombia, los inicios de Santiago Alarcón en la actuación no fueron igual, pues vivió unas situaciones financieras que le tocó sortear con las uñas para poder darse a conocer.

Una de ellas fue gracias a su personaje en la primera edición de ‘Hasta que la plata nos separe‘. En aquel momento, el antioqueño hacía el personaje de abogado que acompañaba a Méndez, que era interpretado por Víctor Hugo Cabrera, actor que se dedicó al rebusque.

En la novela que grabaron entre 2005 y 2006, Alarcón interpretó a Jaime y poco a poco fue ganando una fama que no esperaba ni él mismo, aunque eso no se veía recompensado en lo económico.

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En una entrevista, ‘Juanpis González’ le recordó este hecho al actor antioqueño con una frase muy explícita: “Era un actor reconocido, pero no tenía ni para pagar la luz“.

Y fue allí como Alarcón soltó la anécdota de cómo ganaba mucho reconocimiento en Colombia, pero no recibía mucho dinero. “Eso me pasó en ‘Hasta que la plata nos separe’. Me pagaban por capítulo, pero no pagaban tan bien. La novela la escribía Fernando Gaitán y salió al aire muy rápido, entonces él escribía según lo que se veía y decía esto está funcionando, esto no y esto sí. Muchas veces no grabábamos con tanta intensidad porque no había libretos”.

‘Hasta que la plata nos separe’: Santiago Alarcón dice por qué no le pagaban

El actor que tiene un problema en la visión recuerda que con el pasar de los capítulos él tenía más visibilidad, pero por ese acuerdo de grabar por capítulos, él no alcanzaba a recolectar el dinero suficiente.

“Mi personaje tomó una fuerza que nadie esperaba, pero a mí no me pagaban. Yo no cerraba capítulo. Cuando uno graba por capítulo debe cumplir cierto porcentaje de las escenas del capítulo para que lo paguen, pero yo no lo lograba. No hacía más del 80 % y no recibía sueldo”, dijo.

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Sin embargo, por esa popularidad de Jaime, él seguía saliendo en la novela, asistiendo a entrevistas y ganando espacio en la pantalla chica, pero la situación económica no era la mejor.

La gente me saludaba, pero yo no tenía plata. Una vez me tocó ajustar con monedas“, recordó  y finalizó con una reflexión: “La fama es una mentira”. Así era como se veía Alarcón en ‘Hasta que la plata nos separe’.